Los Procesos Sociocognitivos: Introducción

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Cognición e inferencia sociales. Definición

Los procesos sociocognitivos hacen referencia al conocimiento de la realidad social. En el conocimiento de la realidad se dan los procesos de:
  • Atribución: el porque un individuo se comporta de una u otra manera.
  • Generalización: formación de impresiones.
  • Categorización: para entender la realidad social se clasifica.
  • Normalización: cuando se interacciona en una realidad social se aceptan o no unas normas, se construyen unas nuevas, etc...
  • Comparación: se comparan diversas realidades sociales.
Se da un proceso de inducción o influencia. Dentro de estos procesos hay unos subprocesos. Éstos pueden ser afectivos, cognitivos o dinámicos. Los procesos sociocognitivos son importantes porque constituyen la realidad social que es diferente de la realidad física, pero que para los hombres la realidad social es la verdadera. La realidad social se da a través de la percepción. Dentro del contexto social hay muchas realidades sociales; dependen de la percepción de cada persona.
Los procesos sociocognitivos introducen sesgos en la percepción de la realidad física: deforman la realidad social, de manera que una realidad física se percibe y la adecuamos a la realidad social. Los procesos sociocognitivos son fundamentales porque se encuentra el concepto de sí-mismo como unidad. Este concepto también tiene dimensión de tipo social.
Los estudios de la cognición se concretan en el análisis que tienen las representaciones mentales en la orientación del procesamiento de información sobre las personas y los acontecimientos sociales. Para describir los mecanismos por los cuales uno procesa la información que le viene del exterior hay que hacer una doble inferencia:
  • Lo que hace el sujeto: consiste en qué percibe y en cómo infiere significados.
  • Lo que hace el investigador: debe inferir los mecanismos mediante los cuales el otro infiere.

Los esquemas sociocognitivos

Surgen de los estudios hechos con la percepción. Luego se incluyeron dentro del sociocognitivismo formal. Actualmente es un ámbito de estudio sobre como se estructura el conocimiento y las consecuencias de esta estructura.
Como antecedente a los esquemas sociales, están los esquemas de Piaget, o esquemas de Barlett o los de Bruner. Este ultimo dice (57): “ las percepciones sociales tienden a ir más allá de la información dada, ya que se integran en unas estructuras cognitivas preexistentes”.
Los esquemas cognitivos son un conjunto de información, que están relacionados entre sí y que están guardados en la memoria. A estas estructuras se les llaman paquetes y estos, delante de un determinado contexto social, se activan y a partir de la información de los paquetes, el sujeto hace unas inferencias sobre esa información.
Características de los esquemas sociocognitivos son:
  • Hay esquemas que tienen subesquemas.
  • Tienen diferentes niveles de abstracción (más lejanos de la realidad o más cercanos)
Las funciones de los esquemas sociocognitivos son:
  • Conceptuales: los esquemas sociocognitivos facilitan la codificación de los estímulos del entorno. Permiten estructurar la experiencia y pueden integrar esta experiencia en diferentes niveles de abstracción.
  • De comprensión: tienen como característica fundamental que actúan de filtro de la información. No se pueden atender a todos los estímulos del entorno y los esquemas sociocognitivos hacen que se este atento a una información y no a otra.
  • De inferencia: a partir de una información o concepto que se tiene se ve una realidad u otra.
  • De recuperación: núcleos de información que están poco activados, a través de la interacción del entorno se puede activar aquel núcleo y el sujeto lo puede recuperar.
  • De realización o de acción: son los encargados de seleccionar aquellas estrategias que se consideran convenientes para seleccionar información y solucionar problemas.
Las críticas a estos esquemas sociocognitivos es que cuando se estudian solo se ha hecho referencia desde el punto de vista de la cognición. Pero además hay una actividad emocional que no se ha estudiado. Tampoco se han planteado si hay esquemas afectivos.
En los procesos de socialización destacan las aportaciones de Heider, con la teoría de la psicología ingenua: todo hombre tiene una psicología. Heider se dedicó al estudio de las personas y cada uno a su manera tiende a establecer entre conductas observables y conductas no observables. De otros autores tenemos aportaciones tales como que todas las personas tienen unas teorías de como son las otras personas. A partir de aquí, se habla de la teoría implícita de la personalidad. Es un manierismo perceptivo, que consiste en relacionar un rasgo observado en una persona con otros rasgos no observados. Pero la lógica del sujeto hace pensar que inevitablemente van asociados.

La generalización (percepción social e impresiones perceptivas): antecedentes y concepto.

La generalización tiene apoyo en los estudios del halo, que consiste en que las personas tienden a valorar a las personas bajo las coordenadas simples de bueno o malo. Pero también es algo más. Una vez la persona está polarizada, se le atribuyen unas características de personalidad. La tendencia a generalizar es presente en la mayoría de los procesos. Dentro de la generalización se encuentran unos principios implicados:
  • Temporal: la generalización se concreta a que se tiende a hacer perdurar a lo largo del tiempo una característica observada en el otro en un momento temporal. Ejemplo: niño que llora. Es un llorón.
  • Analógico: se tiende a extender ciertos rasgos particulares de una persona al conjunto de la persona. Ejemplo: por la manera de hablar uno es tal o cual.
  • Categorial: se tiende a considerar que dentro de una categoría social hay unas características que definen esta categoría. Cuando a una persona se le observa una característica incluida dentro de aquella categoría, se le atribuyen todas las características de la categoría. Ejemplo: uno tiene tal nacionalidad, por tanto es tal y tal.
Existe otro principio no general, sino idiosincrático, que consiste en extensiones de categorías que una persona da por dadas en otra persona por un hecho muy particular, y ese rasgo es clave para hacer la generalización. Ejemplo: a uno le caen bien o mal las personas que visten de una forma o que llevan un coche determinado, etc...

Las personas hacen generalizaciones por diversos motivos:
  • Economía comportamental.
  • Comodidad.
  • En función de la experiencia adquirida.

Procesos, formación y manipulación de las impresiones. La representación social: formación y efecto

El proceso de impresión se da a través del tiempo. Hay dos efectos que influyen:
  • La primacía: las primeras informaciones que se reciben son las más importantes porque el conocimiento sobre aquella persona comienza de 0 y este conocimiento constituye la base donde se irán aplicando otras informaciones, condicionadas por las primeras.
  • La recencia: son más importantes las últimas informaciones que se hacen de las otras personas porque son más frescas y poco influidas por otras informaciones posteriores. Son las que más influyen en el proceso de impresión.
Pero, ¿qué ocurre con las interacciones muy cortas? No hay una primera impresión o una segunda impresión, sino que hay una impresión general. Y ¿qué ocurre con las muy largas? Las impresiones se van moldeando dependiendo de las experiencias.
Las impresiones globales de una persona y cómo se forman han sido estudiadas por diversas teorías:
  • Teoría del modelo sumatorio: se trata de una acumulación de rasgos observados. Fue planteada en una época (s. XIX) en el que se concienció de que había algo más debajo de la formulación de la impresión.
  • Teoría del modelo promedio: se reciben todas las informaciones y cuando se quiere hacer una impresión de la persona, dado que la información puede ser muy diversa, se hace un promedio.
  • Teoría del modelo de la Gestalt: es más compleja que todas las anteriores. Se guía por los principios de la Gestalt. Destaca la aportación de Asch. En su experimento cogió dos listas de adjetivos y se las dio a un grupo de personas en diferentes orden de lista. Los adjetivos hacían referencia a lo cálido y a los frío. Las listas estaban encabezadas por Frío y Caliente. Después tenían que describir a un sujeto y luego hacer una selección de los adjetivos que había en una lista más grande. La conclusión que se extrajo fue que hay diferencias entre las dimensiones de los dos grupos. Hay unos rasgos que son claves o centrales a la hora de formar la impresión de la persona y otras que son periféricas.
  • Teoría del modelo sintáctico: es de Zajonc. Lo que dice es que todos los modelos son válidos pero lo que pasa es que a veces se usan unos u otros. Se sigue el principio de la economía comportamental:
    • Se tiene poca información: modelo sumatorio.
    • Se tiene bastante información: modelo promedio.
    • Se tiene mucha información: modelo de la Gestalt.
  • Según Zajonc cuantos más conocimientos las personas tengan, más tienden a hacer aplicaciones de la Gestalt. También influyen el contexto general y la sociedad. Se usa uno u otro modelo en función del interés que tenga el sujeto para hacerse una impresión lo más exacta posible del otro. Si se tiene mucho interés, se usa el modelo Gestalt. Si se tiene poco interés se usa el modelo sumatorio.
Dentro del ámbito de la manipulación de la impresión por parte del sujeto existen dos teorías:
  • Teoría del congraciamiento de Jones: se centra en cuestiones del contenido de la información para dar una buena impresión. Se deben utilizar unas estrategias que incrementen el agrado, que el sujeto aparezca más agradable: admirar al otro, adular al otro.
  • Teoría de la presentación social de Goffman: para agradar al otro el sujeto se debe mostrar diferencialmente atractivo.
Cuando se está en presencia de otros se intenta adquirir información sobre ellos o utilizar la que ya se tiene. Se buscan a tal fin indicadores, señales verbales o no verbales que den datos decisivos acerca de la índole y significado de su comportamiento y en especial de sus roles. Esta información ayuda a definir la situación, a determinar de antemano qué podrán esperar los otros de cada sujeto y que podrá esperar el sujeto de los otros.
Los seres humanos poseen la capacidad de manipular diversos aspectos de las actuaciones a fin de producir un resultado que sea ventajoso. El proceso por el cual se acomoda la presentación de la persona ante distintos públicos es fundamental para la interacción social. Es el manejo de las impresiones el proceso por el cual un individuo manipula la definición de la situación, generando indicadores que llevarán a los demás a actuar de acuerdo con los planes de aquel. Un caso de manipulación de impresiones lo constituyen las interjecciones que piden respuesta. Por ejemplo, un hombre lee el diario y exclama: “¡Dios mío!”, con lo que le está queriendo decir a su mujer: “si me preguntas podrás saber más sobre lo que estoy leyendo”:
Según Schlenker, los individuos se ven impulsados a presentarse en formas que incrementen su nivel de autoestima y de aprobación social, por ende, procuran asociar su persona con imágenes convenientes y disociarla de otras inconvenientes, proceso por el cual él denomina principio de asociación.
Un elemento central del proceso de manejo de indicadores es la fachada: los mecanismos más expresivos a los que recurre el individuo, deliberadamente o no, al presentarse ante los demás. La fachada son los elementos espaciales y utilería que emplea el individuo para la puesta en escena de su actuación. La apariencia son los elementos personales que identifican al individuo: la vestimenta, las insignias, los títulos profesionales, al acicalamiento, etc... Los modales son las expresiones de un individuo que revelan su estilo de conducta, talante y disposición.
El manejo de las impresiones implica la manipulación de ciertas regiones o lugares que separan las actuaciones producidas en el escenario de las que tienen lugar entre los bastidores. El escenario es la región en que se desarrolla la conducta propia destinada a ser vista por el público. Los bastidores son el lugar donde se contradicen las impresiones que se procuran transmitir en el escenario, y por tanto, el individuo intenta que la región de los bastidores quede fuera de la visión del público.
Mediante el manejo de las impresiones se procura presentarse ante los demás de un modo tal que actúen en consonancia con los deseos propios. El moldeado de la identidad ajena es la tentativa de conformar la identidad o rol que valdrá para la otra persona en una cierta situación. Se ejecutan conductas que fijen al otro en una identidad o rol tal, que produzca las respuestas buscadas por los sujetos. Por ejemplo, un padre le dice a su hijo: “los chicos grandes no hacen lo que tu has hecho”. Al moldear al niño dentro del rol de chico grande, el padre confía en provocar en el hijo las conductas que armonizan con las expectativas del rol propio de un chico grande.
La gente utiliza el arte del ocultamiento y de la revelación estratégica para impresionar a su público. Esto puede hacer creer que la vida es básicamente una farsa, en la que se combinan diversas conductas de manera artificial y aun falsificada, por más que a veces cueste mucho esfuerzo. Sin embargo, hay muchos contextos en los cuales se baja la guardia: con los amigos, con la persona amada, etc... En algunos contextos no se hace necesariamente un show en beneficio ajeno, sino que se vivencia gran parte del comportamiento como autentico.
Además, no toda la conducta se desarrolla en escena, aunque sí una parte de ella. Los individuos difieren notablemente en cuanto al grado en que observan y controlan su presentación de sí. A algunos les preocupa intensamente que su conducta sea decorosa; Synder los denomina autovigilantes extremos. Estos sujetos son particularmente sensibles a la forma en que se expresan y se presentan en los medios sociales. Los autovigilantes moderados se preocupan poco por el decoro de su imagen y de su comportamiento expresivo, prestan poca atención a los indicadores conductuales que dan a los demás, y vigilan y controlan en menor medida la presentación de su persona. Estos tienen una idea más firme y univoca de lo que debe ser su si mismo. Se afanan por establecer una congruencia entre lo que son y los que hacen. En cambio, los autovigilantes extremos presentan muchos si mismos, adecuando cada uno de ellos al momento o a la situación.

La atribución de la causalidad

Según Heider, la atribución es un proceso cognitivo que consiste en analizar las relaciones de causalidad en una situación determinada. Hoy en día, la temática de la atribución es la percepción de las causas del comportamiento propio o del otro. Implica un proceso de responsabilidad y culpabilidad.
Cuando se habla de atribución, lo que se busca son las causas de un comportamiento. Las causas a veces se concretan en unas características o causas comportamentales. Se tienden a buscas explicaciones en muchas situaciones, pero sobretodo en las siguientes:
  • Lo inesperado: eso no que no se espera es lo que hace buscar causas de porque ha pasado tal cosa. Delante de situaciones en que uno no obtiene la meta que esperaba, se estimula el proceso de atribución. Ante situaciones esperadas también se da la atribución, pero las explicaciones son más superficiales y rápidas. Pero en situaciones inesperadas, el proceso de atribución es más detallado y detenido en el tiempo.
  • La afectividad negativa: el malhumor promueve el buscar más explicaciones. Esto no quiere decir que el buen humor no requiera de explicaciones, sino que son más superficiales y simples.
  • La capacidad y motivación por generar hipótesis. Está la teoría de la epistemología del no experto de Kruglanski (1988). Kruglanski estudió la atribución y observó que las personas explican las causas de un comportamiento hasta un punto (que tiene variabilidad interpersonal). Este punto depende de la capacidad y de la motivación del sujeto. En referencia a la capacidad, ésta depende de la cantidad de conocimientos y de la capacidad del sujeto. La motivación depende de la necesidad de estructurar el conocimiento, la necesidad de llegar a conclusiones y del coste que le suponga un posible error. La capacidad y la motivación hacen que las explicaciones sean mas o menos: frecuentes, simples, elaboradas, profundas, etc...

Tipos de atribución

Se deben considerar dos dimensiones del proceso atributivo:
  • Los sujetos: las explicaciones de un comportamiento pueden estar referidas al propio comportamiento o al comportamiento de un propio grupo (autoatribuciones). También pueden estar referidas al comportamiento de otra persona o grupo (heteroatribuciones).
  • Las causas: hay que diferenciar las causas encontradas en el propio actor (atribuciones internas) de las encontradas fuera del actor (atribuciones externas).
CAUSAS INTERNAS EXTERNAS
YO Autoatribución interna Autoatribución externa
OTROS Heteroatribución interna Heteroatribución externa

Tendencias atributivas

Se observa que si se es actor se suelen hacer autoatribuciones externas y que si se es observador se hacen heteroatribuciones internas. Estas tendencias se deben al nivel de información que uno tiene. Cuando uno observa el comportamiento de otra persona, uno tiene un cierto desconocimiento de las circunstancias que han llevado al observado a comportarse así. Y el que es actor sabe muy bien las circunstancias con que se encuentra y lo que le ha llevado a comportase de aquella manera.
Otro factor que contribuye a las tendencias es de tipo perceptivo. Para el observador hay un elemento que sobresale: el comportamiento y la gente que lo hace. Para los actores lo más importante de esa situación son las circunstancias, no la conducta.
Un tercer factor es el motivacional. El actor tiende a eludir responsabilidades. El observador no necesita eludirlas , aparte de que le resulta más cómodo atribuir las causas al sujeto.
Otra tendencia atributiva es la referida a la coherencia e incoherencia en referencia a las expectativa. Cuando uno se encuentra que el comportamiento es coherente con las expectativas, tiende a hacer atribuciones internas. Si es incoherente, se hacen atribuciones externas.
Hay que diferenciar un principio general de la atribución: el sesgo del personalismo o error fundamental de la atribución. Personalismo o efecto de Jones y Harris: esta tendencia consiste en sobredimensionar los factores disposicionales a la hora de explicar las causas de la conducta. Esto lleva a hacer atribuciones internas. Esta tendencia se ha observado cuando se trata de la explicación de la conducta de los otros: se da por una subestimación de los factores situacionales (factores o causas externas) y una sobrestimación de los factores disposicionales (factores o causas internas) en el control del comportamiento.
Hewstone (1988) ha visto que esta tendencia se da en situaciones especiales: en los accidentes de tránsito, sobretodo se cree en el error humano. En este sesgo hay dos factores: lo que sobresale de lo que se observa es el comportamiento y a la gente de este comportamiento: factor perceptual y factor cultural. Hay determinadas culturas que tienden a la heteroatribución interna, en que se enfatiza la responsabilidad humana.
Puede haber una sucesión de causas del comportamiento. A veces estas sucesiones de causas pueden ser externas e internas. Hasta los años 70 hubo un predominio de la heteroatribución interna y a partir de estos años se abre el camino hacia la autoatribución interna y externa.

Teorías específicas de la heteroatribución interna

Existen dos teorías fundamentales:

Teoría de las inferencias correspondientes de Jones y Davis (1963)

Cuando uno explica el comportamiento del otro en términos de causas internas es porque observa que hay una correspondencia entre la acción, la intención y la disposición.

ACCIÓN-----------------------DISPOSICIÓN
INTENCIÓN
(Plano inferencial)
  • Acción del sujeto: al hacer una heteroatribución interna se infiere que el sujeto ha actuado de una manera intencionada. El sujeto sabia las consecuencias de su conducta y además buscaba que se produjeran esas consecuencias. El hecho de que una persona actúa intencionadamente implica que el sujeto tiene una disposición.
  • Disposición: incluye capacidad y libertad. El sujeto podía haber hecho A o B y ha elegido hacer A.
Este modelo se ha probado en diversas situaciones y se ha observado unas características:
  • Cuando una persona hace este tipo de atribuciones mediante este modelo, normalmente es en situaciones en las que uno no está familiarizado o cuando las consecuencias no se corresponden con las expectativas.
  • Este mecanismo atributivo se da en personas que tienden a subestimar los factores situacionales.
  • Cuando el observador es la persona que recibe las consecuencias de la conducta del actor. Esta relación interpersonal tiene un gradiente afectivo muy elevado.
Las críticas focalizadas a esta teoría es que es muy psicologista (se mueve por el plano de la inferencia). Sin embargo, es una teoría potencial porque habla de heteroatribución interna. Las limitaciones son:
  • Sólo es aplicable en las situaciones en las que el sujeto tiene posibilidades de elegir. Esto quiere decir que no será aplicable en las conductas involuntarias.
  • Dado que este mecanismo aparece en situaciones no esperadas, en las situaciones habituales pocas veces se podrá aplicar este modelo.

Teoría de la covariación de Kelley (1967)

Este modelo es más complicado. Cuando explicamos el comportamiento de otras personas, se tiene una serie de informaciones que son de tres tipos:
  • Información de consenso: hace referencia a cómo responden las otras personas o la mayoría de ellas ante la situación en cuestión.
  • Información de distintividad: hacer referencia a si la persona en cuestión responde de la misma manera delante de otras situaciones similares.
  • Información de consistencia: hace referencia a si la persona responde de la misma manera delante de la situación considerada en otras ocasiones temporales.
Se puede dar, por tanto:
  • Consenso alto: el sujeto se comporta de la misma manera que la mayoría.
  • Consenso bajo: el sujeto no se comporta de la misma manera que la mayoría.
  • Distintividad alta: el sujeto se comporta diferente en situaciones similares.
  • Distintividad baja: el sujeto se comporta igual en situaciones diferentes.
  • Consistencia alta: el sujeto se comporta igual en situaciones iguales.
  • Consistencia baja: el sujeto se comporta diferente en situaciones diferentes.
Consenso Distintividad Consistencia
Objeto + + +
Persona - - +
Circunstancia - + -

Ejemplos explicativos:
Conducta: a Ana no le gusta el postre
Cuando: C+, D+ y CS+, las personas atribuyen las causas a los objetos:
  • C+= a casi todos les gusta el postre.
  • D+= a Ana no le gusta casi ningún postre.
  • CS+= a Ana siempre le gusta este postre.
Cuando: C-, D- y CS+, las personas atribuyen las causas a las personas
  • C-= a casi nadie le gusta.
  • D-= a Ana le gustan casi todos.
  • CS+= a Ana siempre le ha gustado este postre.
Cuando: C-, D+ y CS-, las personas atribuyen las causas a las circunstancias
  • C-= a casi nadie le gusta.
  • D+= a Ana no le gusta casi ninguno.
  • CS-= a Ana casi nunca le gusta este postre..
Cuando se habla de consenso se hace referencia a dos tipos de consenso: uno muestral (lo que hace la mayoría de personas) y uno basado en el yo o falso consenso (se debe a que la persona cree que su opinión responde a la realidad). El falso consenso puede estar centrado en el yo (únicamente yo) y yo y los míos (mi familia y yo).
Además dice que hay dos esquemas causales:
  • Causas suficientes múltiples.
  • Causas necesarias múltiples.
A través de los dos esquemas, Kelley dice que ante una situación con CSM hay un comportamiento X y una serie de causas (J, P, Z, M, ....) Y cada una de ellas tiene valor por si misma. Si se aplica un proceso de subestimación y sobrestimación, se rechazan unas causas y nos quedamos con otras.
Ante una situación CNM, que se activa cuando faltan elementos en la situación), hay una situación X y unas causas parciales (H, C, V, ...). Cada una de ellas es necesaria y en solitario no tienen ningún valor.
Este modelo también es explicativo de la autoatribución interna. Su abasto aplicativo es más amplio que el otro modelo. Sin embargo, tiene unas limitaciones:
  • No siempre se tienen las tres informaciones.
  • Aunque se conozca mucho a una persona, uno no se entretiene tanto a hacer exploraciones y elaboraciones para explicar el comportamiento del otro.
  • Olvida la intención.
  • Puesto que el consenso puede estar basado en el yo visto como yo y los otros y yo, Kelley debería haberlo trabajado más. Está el hecho de que la atribución puede variar mucho en función de que el comportamiento que se juzga sea de mi grupo o de otro grupo. Esto puede llevar a que haya diferentes heteroatribuciones internas.

La autoatribución interna

Existe la teoría desarrollada por Weiner y col en el año 72 que explica la autoatribución interna. La principal característica de la autoatribución interna es que el observador es el propio actor y como consecuencia el agente que es el observador y actor tiene en cuenta los resultados de sus acciones. Esto es muy importante en la teoría.
Weiner revisa y cuestiona el hecho asumido en el ámbito científico de que exista la tendencia a hacer autoatribuciones internas del éxito y heteroatribuciones externas del fracaso. Observa que esta tendencia a veces no se manifiesta. Weiner considera que dentro de la atribución hay un elemento importante: el resultado de las acciones puede ser estable o inestable. Dentro de la autoatribución interna hay unos elementos pero ahora con Weiner está la estabilidad y la inestabilidad de la atribución. Llega a la conclusión de que:

AUTOATRIBUCIONES
Tipos Internas Externas
Estable Habilidad, aptitud, capacidad, competencia Dificultad de la tarea
Inestable Motivación o esfuerzo Suerte o azar

Cuando se dan unos resultados sea éxito o fracaso se dan estas explicaciones en función de la estabilidad a través del tiempo y a si es interno o externo. Los resultados observados son:
  • Éxito: la persona tiende a atribuirlo a razones internas, sobretodo inestable (factores disposicionales). Ejemplo: he estado muy motivado y me he esforzado. También, en menor medida, las estables.
  • Fracaso: la persona tiende a tribuirlo a razones tanto internas como externas, pero estables.
Este modelo es muy usado en diferentes contextos pero tiene algunas críticas importantes. Weiner ha intentado ligar el fenómeno de la atribución y las emociones: unos estados emocionales llevan a cabo un tipo de autoatribuciones u otras. Las limitaciones son que cuando se habla de capacidad se puede considerar estable o inestable según las personas. O por ejemplo, la suerte en el modelo es considerada como elemento externo (algo sobre lo que la persona no tiene control) pero hay también quien considera que forma parte de la persona. A veces es difícil encajar las descripciones de éxito fracaso de los sujetos en las categorías de Weiner. Además se focaliza en el análisis de la causalidad percibida: se fija en cómo el sujeto percibe la causa del comportamiento. Esto quedaría un poco fuera de la causalidad real.

Tendencias, sesgos y estilos atributivos

  • Tendencias confirmatorias: Snyder (1982): hacer referencia a aquellas tendencias consistentes en intentar recoger una serie de informaciones y hechos que confirman sus hipótesis. Ejemplo: percibo que esa persona es inteligente (busco sus notas y otros hechos que lo demuestren)
  • Tendencias egocéntricas: Ross (1981): consiste en que una persona tiende a sobreatribuirse los éxitos dentro de la actividad que ha llevado a cabo junto con otra gente. Tendencia a sobrevalorar la contribución personal en la realización de una tarea que ha acabado siendo exitosa.
  • Estilo egótico: consiste en la tendencia a atribuirse a sí mismo los éxitos y los fracasos atribuirlos a factores externos.
  • Sesgo del self-handicapping (perjudicarse a sí mismo): Fiske y Taylor (1981): consiste en que cuando una persona piensa que fracasará en el desarrollo de una actividad, para evitar ese fracaso dañe su autoestima, se perjudica así mismo por tal de conseguir una serie de alternativas de justificaciones o alternativas a las cuales puede atribuir ese fracaso o evitar enfrentarse a ese fracaso. Ejemplo: alumno que no ha estudiado mucho y sabe que sacará mala nota y esto dañará su autoestima. Por ello se enrolla en diversas actividades que justifiquen su mala nota o incluso que justifiquen el no presentarse al examen.
  • Estilo insidioso: Seligman: consiste en que se tiende a atribuir sus éxitos a causas externas e inestables y normalmente especificas (horóscopo, suerte, etc...) El fracaso se atribuye a autoatribuciones internas, estables y globales

Dimensiones

Las dimensiones que se han discutido en las teorías de la atribución:
  • El yo y los otros: hay otras situaciones de traspaso. Hay zonas intermedias entre la autoatribución y la heteroatribución.
  • Interna- externa: la situación incide en la persona. Si nos fijamos en la situación, la causa es externa. Si nos fijamos en la persona, la causa es interna.
  • Estas teorías están bien pero en la cotidianidad no se ajustan porque no se hacen explicaciones sistematizadas.
  • No se han estudiado las causas según su proximidad o no en el comportamiento.

Ámbitos de aplicación

Los ámbitos de aplicación de las teorías de la atribución son varios pero destacan el ámbito educacional, el clínico y la terapia atribucional.
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