Construcción de un Episodio

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Introducción

En el tema anterior hemos visto como no parece sostenible una interpretación de los recuerdos desde la hipótesis de la reaparición, es decir, que la memoria no es la recuperación de la información almacenada.

Neisser propone concebir la recuperación de los recuerdos de un episodio como el proceso de su re-construcción. Para lograr dicha re-construcción, el individuo debe hacer uso de los ”trazos de procesos previos de construcción”, y de todo un abanico de inferencias. Aquí veremos que son esos trazos de procesos previos de construcción y esas inferencias.

Neisser y otros autores defienden la idea de que la memoria es una atribución de pasado subjetivo a un contenido mental presente, al mismo tiempo que una inferencia sobre el pasado personal. Es decir, que el momento clave de construcción de la memoria o de un contenido mental, es en el momento de su recuperación, cuando se re-construye.

Condiciones para el Recuerdo

Si, como hemos dicho antes, la construcción de un episodio se produce totalmente en el momento de su recuperación, debemos saber en que condiciones se produce esa re-construcción, cuales son las características sobre las que se hacen inferencias y que razones justifican esas inferencias.

El supuesto de partida es que toda recuperación se produce en respuesta a alguna circunstancia instigadora, que directa o indirectamente la ocasiona, y se produce en un contexto que la permite. Ya habíamos visto que las relaciones entre ese contexto que actúa como clave de recuperación y las condiciones de adquisición de la información recuperada son de similitud, y todas ellas pueden articularse en torno al principio de la especificidad de la codificación y del procesamiento apropiado para la transferencia.

Motivación para el Recuerdo

Koriat ha propuesto 3 categorías de motivos por los que necesitamos elaborar nuestros recuerdos:
  1. Ocasiones en las que tratamos de recordar algo en respuesta a cuestiones específicas planteadas por algún interlocutor o cualquier otro agente externo. Ej.: ¿cómo se llama tu madre? Estas situaciones han sido muy estudiadas en laboratorio (por la facilidad de clasificación de las respuestas y cuantificación del resultado) y exigen una respuesta específica definida con precisión. Koriat y Lieblich llamaron a este tipo de condiciones de recuperación “punteros de memoria” porque la pregunta misma “apunta” a la respuesta, es una clave de recuperación muy especifica.
  2. Ocasiones en las que uno mismo desea recordar algo, mediante intentos deliberados de recuperación. Este tipo de actividad ha sido menos estudiada, por la dificultad de control de las circunstancias en las que se produce. No se trata de intentos de recuperación dirigidos a respuestas concretas y específicas, sino que suelen estar orientados a la reconstrucción de episodios más extensos y de configuración más compleja.
  3. Ocasiones que se dan en el medio directamente o que aparecen en el desarrollo de la tarea que está llevando a cabo un individuo.

El Curso de la Recuperación

Como ya hemos dicho, el núcleo funcional de un contexto de recuperación es algún estimulo, interno o externo, que actúa como clave de recuperación. Esta clave puede provocar la aparición inmediata, si el procesamiento de la misma forma parte de una cadena de procesamientos entre cuyos eslabones se encuentra la respuesta.

Pero puede que la clave no provoque la aparición inmediata de la respuesta. En ese caso, para tratar de averiguar la respuesta, podemos optar por seguir exponiéndonos a la clave de recuperación, para ver si así aparece la respuesta. Las consecuencias de esta reexposición pueden ser: la hipermnesia (aparición acumulada de nuevos elementos) y el efecto de una recuperación previa de un elemento sobre su recuperación posterior.

La hipermnesia y reminiscencia

La hipermnesia se produce cuando el rendimiento en una prueba de memoria posterior a otra realizada con anterioridad, es superior a esta, sin que medie ninguna nueva adquisición o repaso entre ambas.

Así, la hipermnesia se traduce en que en una primera prueba se recuerda una cantidad de ítems concreta, y en una segunda prueba se recuerda una cantidad NETA mayor de ítems. Esta cantidad mayor de ítems, es la combinación del recuerdo de nuevos ítems (reminiscencia) y de la no re-aparición de otros ítems que si aparecieron en la primera prueba (olvido).

Por tanto, es necesario distinguir entre:
  • Hipermnesia: incremento neto de ítems recordados en una prueba posterior a otra.
  • Reminiscencia: recuerdo en la prueba posterior de ítems que no habían sido recordados en la primera.
Como vemos la reminiscencia es condición necesaria para que se produzca la hipermnesia, pero no es condición suficiente, ya que si se recuerdan nuevos ítems, pero se olvidan de una prueba a otra un número mayor de ítems, el número de ítems perdidos por olvido será mayor que el recordado por reminiscencia, con lo que no habrá hipermnesia.

Así, este fenómeno de hipermnesia y reminiscencia apoya la hipótesis de la re-construcción, puesto que el recuerdo no es idéntico de una situación de recuperación a otra.

De los resultados de Roediger y Torpe (1978) se deduce que cuando los individuos disponen de tiempo libre para la recuperación, tienen la oportunidad de reexponerse a la misma clave de recuperación una y otra vez (cuando en una prueba el tiempo es limitado, cabe pensar que los individuos solo se exponen una vez a la clave de recuperación), lo que facilita que se vayan añadiendo elementos nuevos a medida que pasa el tiempo (reminiscencia).

La representación de los datos de este fenómeno en “curvas de recuerdo acumulado” demuestra que el ritmo al que se van incorporando elementos nuevos por la hipermnesia decrece con el paso del tiempo. La mayor parte de los recuerdos se produce en los primeros intentos: durante el primer minuto se recuerdan muchos elementos y, a partir del segundo minuto se van incorporando a un ritmo más lento. Este efecto induce a errores de estimación del conocimiento de los propios sujetos, ya que utilizan la tasa de recuerdo inicial como indicio para estimar el rendimiento posterior, sin tener en cuenta el carácter decelerativo de su rendimiento.

Según Wixted y Roher (1994), el modelo que mejor explica el crecimiento del número de ítems recuperados con el paso de tiempo, se basa la relación multiplicativa de 3 factores:
  • El ritmo de muestreo.
  • La probabilidad de que el ítem recuperado en cada momento sea uno nuevo.
  • La tasa de olvido.

Incidencia de una recuperación previa sobre otra posterior

Con las curvas de recuerdo acumulado, hemos visto como la recuperabilidad de un ítem no es constante durante el tiempo que dedicamos a intentarlo, entre otras razones por estas:
  1. Las claves de recuperación no permanecen inalteradas durante todo el proceso de recuperación (si este es amplio), sino que pueden ir variando. La identidad transituacional de la clave no tiene porque ser mas firme que los propios recuerdos.
  2. La interferencia de salida: la recuperación de parte de los elementos de un conjunto de información inhibe la recuperación del resto.
  3. Señalización con parte de la lista: si algunos elementos de la lista se presentan para la recuperación de los restantes, en realidad se reduce la probabilidad de su recuerdo (con relación a otra condición donde no se presenta ningún ítem como clave de recuperación).
  4. Efecto de la prueba: el recuerdo de un ítem ante una clave de recuperación facilita su nueva recuperación posterior ante la misma clave. Esto demuestra que siendo las claves idénticas de una situación a otra, la probabilidad de recuperación en ambas es distinta (aumenta). Este efecto ha sido demostrado por Payne, Hembrooke y Anastasi (1993) quienes observaron que el recuerdo de los ítems mejoraba a medida que se sucedían las fases de prueba, tanto en la condición de recuero libre como en el recuerdo con clave, aunque la mejora (q no el rendimiento, que al final fue el mismo y al principio era menor) estaba mas acentuada en el recuerdo libre.
Este efecto de la prueba parece evidenciar que el recuerdo de un ítem inhibe su futuro olvido. Veamos las teorías que tratan de justificar este efecto:

¿La recuperación es una nueva representación o incluso algo mas que eso?

Debido al efecto de la prueba, la recuperación de un ítem lo protege contra el olvido, pero ¿porque? → Según la “hipótesis de la cantidad de procesamiento”, la recuperación de un ítem conlleva una ocasión de repaso adicional, equivalente al de una aparición nueva, lo que puede explicar el efecto de la prueba (o la hipermnesia según el libro, aunque creo que esto no es correcto). Así, la hipótesis de la cantidad de procesamiento supone que la hipermnesia se debe al mayor procesamiento del ítem recuperado.

En contraste con lo anterior, la “hipótesis de la recuperación” defiende que la recuperación de un ítem beneficia por si misma el recuerdo posterior (no por el procesamiento adicional, como proponía la hipótesis anterior).

Para demostrar esto, Carrier y Pashler diseñaron un experimento donde a todos los sujetos, tras una exposición a parejas de ítems, los sometían a 2 condiciones, en una (condición de reexposición) simplemente se les representaba la pareja de ítems de nuevo y en la otra (condición de recuperación) se les representaba un ítem de la pareja solo (pidiéndole que recuperase el otro) y posteriormente se les representaba ambos (igual tiempo total para todos).

El recuerdo de los ítems presentados en la condición de recuperación fue mejor, lo que apoya la idea de que la recuperación aporta algo mas que procesamiento adicional de una reexposición.

¿Los efectos de la recuperación son específicos de ítem o de procesos?

Apuntes:
Del experimento anterior podemos deducir que la ganancia que aporta la recuperación solo afecta al ítem especifico que se ha recuperado, sin alterar la accesibilidad del resto de elementos de la lista. No se pueden dar razones de carácter global (como cambios en el criterio de recuperación) para suponer que con la recuperación son los procesos mismos los beneficiados, y no los ítems concretos. Sin embargo, hay evidencia empírica para sostener que el efecto de la recuperación se generaliza al procesamiento global de la lista.

Libro:
En vista de que la recuperación contribuye a la hipermnesia, cabe preguntarse si es la mera recuperación del ítem lo importante o es necesario que, para que se produzca la mejora, los procesos utilizados en las recuperaciones sean los mismos.

Es decir, ¿que papel juega la compatibilidad entre el tipo de recuperación anterior y el tipo de recuperación posterior en la hipermnesia? Desde la perspectiva del procesamiento apropiado para la transferencia (PAT), es predecible que la recuperación anterior resultará beneficiosa para otra posterior, en la medida en que los procesos implicados en una y otra se asemejen.

En base a ello, Mc Daniel, Kowitz y Dunay (1989) realizaron un experimento en el que, con una tarea orientadora, los sujetos procesaban unas determinadas palabras o bien semánticamente o bien fonéticamente. Posteriormente se les pasaba una prueba de recuperación inmediata, en la que para la mitad de los sujetos la clave de recuperación era compatible con el proceso realizado en la adquisición (semántico/fonético) y para la otra mitad la clave estaba cambiada.

Al día siguiente se realizó una prueba de reconocimiento (prueba demorada) similar a la anterior, pero en la que la mitad de las palabras recibían el mismo tipo de clave y otra la mitad el tipo alternativo.

Para comparar los resultados obtenidos por los grupos, se desarrolló un índice “a” (índice de hipermnesia a), que mostraba la probabilidad de que un ítem que se había olvidado se recupere en una prueba posterior. Este índice puede adoptar valores positivos cuando el fenómeno se produce, valores en torno a 0 cuando no se produce mejora alguna con respecto a la prueba previa y valores negativos si se diese el caso de que la recuperación previa resultara perjudicial para la posterior.

Los resultados obtenidos demuestran lo siguiente:
  • Parece inevitable que los sujetos hagan un análisis semántico de las palabras, aunque la tarea orientadora no lo requiera, si bien ese análisis no llega a equipararse con el que se hace cuando si se exige.
  • En la condición compatible (mismo tipo de recuperación o proceso en la prueba inicial y en la demorada), se obtuvieron resultados de “a” superiores en todos los casos a los obtenidos en la condición incompatible (distinto tipo de recuperación entre pruebas). Lo que concuerda con la perspectiva del PAT.
Así, podemos decir que el tipo de recuperación en la primera prueba ha facilitado específicamente una recuperación posterior provocada por el mismo criterio de la clave de recuperación.

Estrategias deliberadas de recuperación

Aquí vamos a revisar las estrategias deliberadas que ponen en marcha los individuos, en la vida real o en el laboratorio, para recuperar una determinada información. En primer lugar veremos las estrategias denominadas iteraciones concéntricas y, posteriormente, nos centraremos en repasar con más detalle las investigaciones realizadas sobre la recuperación de historias.

La recuperación basada en iteraciones concéntricas dentro de dominios

Iteración concéntrica es la expresión utilizada para describir el proceso de búsqueda da la información que va desde lo general a lo particular, de los contenidos mas definidos por sus características globales a aquellos otros de detalles específicos.

La iteración se inicia con la delimitación de un dominio de contenidos, dentro del cual se van a generar una secuencia de pensamientos que se espera que actúen como claves de recuperación. Veamos ahora diversas características de la iteración concéntrica:
  1. Propiedades fundamentales de las claves generadas (son propiedades independientes):
    1. Pueden variar en el grado de especificidad de la respuesta requerida.
    2. Pueden variar en el grado en que proporcionan información acerca del plan de búsqueda.
  2. Tratamiento de la información parcial recuperada: los datos que van apareciendo en un proceso de búsqueda deliberada suelen ser de carácter general y parcial sobre el dominio de búsqueda, pero cumplen una función importante en la recuperación, al actuar como:
    1. Porciones validas en si mismas de la información requerida.
    2. Claves de recuperación de información adicional.
    3. Indicios sobre los que construir mediante inferencias fragmentos de información que completen el recuerdo con suficiencia.
    El esquema básico al que debe ajustarse el recuerdo se plasma en forma de hipótesis acerca de cómo debe ser el dato buscado. Después, utilizaremos estos procesos:
    • Un proceso editor de memoria: que se encarga de que ninguno de los elementos progresivamente recuperados contradiga o no se ajuste suficientemente a las especificaciones de las hipótesis.
    • Un proceso mediador: se pone en marcha cuando el proceso editor ha detectado una anomalía y persigue la aplicación de estrategias de solución de problemas para resolver los conflictos encontrados en la edición del recuerdo.
  3. Supervisión constante de la recuperación: En todo momento del proceso de recuperación hay una actividad de supervisión de:
    1. La actividad de recuperación misma: supervisión de las estrategias de generación de claves de reconstrucción.
    2. El recuerdo logrado: para ver si se adecua a los objetivos de la recuperación.

La recuperación de historias

La recuperación de historias es otra estrategia deliberada de recuperación. En este caso el protagonismo se centra en la secuencia temporal de sucesos (el flujo temporal de acontecimientos) en torno a la cual se organiza y ordena la información.

El recuerdo esta organizado por esquemas de secuencias de sucesos o guiones, aprendidos a lo largo de la vida del individuo, gracias al proceso de socialización. Cualquier desviación de estos esquemas, hará la historia más distintiva.

La característica fundamental de un esquema o guión de historia es su vacuidad (esta vacío de contenidos), ya que es una estructura abstracta de elementos básicos. El guión solo aporta las variables más probables de la historia, pero no les asigna valores. Para ello es necesario poner contenidos en esas variables, y cuando esto se lleva a cabo hemos creado una historia, una narración.

Los episodios que conforman una narración se pueden estudiar en función de 5 dimensiones: su ubicación espacial, su ubicación temporal, las relaciones causales entre los episodios, los protagonistas y sus motivaciones.

La idea básica es que la comprensión de un acontecimiento implica estar constantemente extrayendo, de los sucesos que conforman el acontecimiento, su contenido en las 5 dimensiones situacionales. Dicho contenido lo extraeremos de la información que recibimos o a partir de inferencias, si es necesario.

Ubicación espacial:
Aquí vamos a ver como afecta la disposición espacial de los objetos a la recuperación de hechos que suceden en el lugar donde se encuentran tales objetos. Hay que tener en cuenta que los objetos reales tienen una disposición simultánea y tridimensional, mientras que la narración posee una linealidad temporal, y no es posible describir los objetos en paralelo (simultáneamente) sino que hay que seguir un orden. De esta manera, puedo narrar una secuencia de varios objetos que veo, y empezar por uno y terminar por otro que este muy cerca del primero. Con lo que la situación espacial y narrativa no es la misma. ¿Cuál de ellas dos es más relevante?

Rink, Panel, Bower y Globalla analizaron la métrica de los modelos situacionales, estudiando si la representación espacial que se desprende del modelo situacional construido por los sujetos se ajusta a una métrica euclídea (recorrido largo o corto, medido en escala de intervalo) o a una métrica categórica (recorrido medido por categorías o zonas (ej.: habitaciones de paso), ordenadas en una escala ordinal).

Los resultados de la investigación demostraron que:
  • En referencia a objetos (referencias anaforicas), la representación espacial que se hacen los sujetos responde a una métrica categórica (ya que los sujetos tienen tiempos de lectura mas largos de las frases con referencias anaforicas a objetos que están a mas distancia categórica).
  • Cuando a los sujetos se les pedía que tuvieran en cuenta la distancia relativa, para lo que es habitual utilizar la métrica euclidea, esa el la métrica que utilizaban.
Esto hace pensar que los individuos son capaces de adaptar los procesos que se utilizan para recuperar la historia en función de las necesidades de la tarea.

Otro fenómeno relacionado con la dimensión espacial en la construcción de la narración es el denominado “efecto abanico”, creado desde el modelo proposicional. Este efecto consiste en que la recuperación de información a partir de proposiciones depende del grado en que dichas proposiciones comparten sujeto y/o predicado, es decir, que la recuperación se deteriora cuantas mas proposiciones haya que compartan sujeto y/o predicado. Ej.: voy a recuperar la información peor si me dicen estas proposiciones: “Luisa tiene una cabra; Luisa tiene un pantalón; Luisa tiene un titulo” que si me dan estas otras: “Luisa tiene una cabra; Dolores tiene un titulo; Ana tiene un pantalón”.

Radvansky y Zacks (1991) sospechaban que el efecto abanico no tiene porque producirse siempre en el nivel de los enunciados proposicionales, sino que la unidad de interferencia puede ser el modelo situacional construido por el sujeto a partir de una lista de hechos relacionados.

Así, estos autores diseñaron un experimento donde se utilizaban 2 tipos de proposiciones:
  • Las que comparten objeto, pero localizaciones diferentes (condición LD). Ej.: “El coche tiene ruedas; El carro tiene ruedas; La bici tiene ruedas”.
  • Las que comparten localización (condición LC). Ej.: “La cocina esta limpia; La cocina tiene ventanas; La cocina tiene plantas”.
Las hipótesis planteadas desde los distintos modelos son estas:
  • Modelo proposicional: dado que hay interferencia proposicional tanto en frases de LC como en LD, el efecto abanico tiene que aparecer en las 2.
  • Modelo situacional: En la condición LC los participantes construirán un modelo situacional único, donde integraran todos los enunciados que comparten la localización, por lo que no aparecerá efecto abanico en dicha condición, en la otra (LD) si aparecerá.
Se confirmó la hipótesis del modelo situacional, los sujetos tardaban mas en reaccionar en la condición LD. Lo importante para nosotros es que la ausencia de efecto abanico en presencia de proposiciones con elementos compartidos puede ser una clave diagnostica de que el sujeto ha construido un modelo situacional. Esto implica que hay una interferencia fuerte entre modelos situacionales y relativamente débil dentro de cada uno de los construidos, aunque lógicamente esto dependerá del grado de integración entre los elementos alcanzado en cada modelo construido.

En resumen, la demostración de la especificidad del efecto abanico y los resultados de la investigación acerca de la métrica espacial vistos antes, demuestran la importancia de la contextualizacion espacial de los episodios para su recuperación posterior.

Ubicación temporal:
Otra dimensión relevante para la recuperación de una historia es el tiempo. Sin embargo, dada la estrecha relación entre el contexto espacial y el temporal de los acontecimientos, no es fácil determinar si el tiempo nos puede ayudar a organizar la comprensión de una historia acotando y ordenando cronológicamente sus episodios.

Rink, Panel y Becker (2001) realizaron un experimento que da una respuesta afirmativa a esa pregunta. Para ello realizó una prueba de reconocimiento de sentencias, en la que los sujetos tenían que reconocer si antes se les había presentado una frase o no. Había 4 tipos de frases, 2 de ellas con 2 momentos temporales (y una forma distinta para cada una) y las otras 2 con 1 momento temporal (y una forma distinta para cada una).

Se demostró que mientras las diferencias de forma entre las versiones de sentencias con los mismos momentos temporales eran mínimas, las diferencias entre sentencias con distintos momentos temporales eran sustanciales. La conclusión es la relevancia fundamental de la información temporal en el modelo situacional que de un relato se hacen los individuos.

Las personas asumimos que el orden en el que va apareciendo el contenido de un relato se corresponde con los sucesos tal como sucedieron cronológicamente. Esto se conoce como asunción o supuesto de la iconicidad, que se da siempre que no aparezca una clave o señal de que dicho orden no se corresponde con la secuencia de acontecimientos de la historia.

Los investigadores se han centrado en 3 tipos de claves temporales que apuntan a violaciones del supuesto de iconicidad:
  1. Los adverbios de tiempo o expresiones adverbiales (info léxica). Zwaan (1996) realizó un experimento donde comprobó que los sujetos tardaban mas tiempo en procesar una frase que se iniciaba con un salto temporal en la historia que otras frases donde había continuidad temporal. La magnitud del salto temporal no era relevante. Según Zwaan, el tiempo de lectura era mayor porque el salto en el tiempo exige una actualización del escenario mental o modelo situacional en el que ocurren los acontecimientos, y esa actualización consume tiempo de procesamiento. En otra prueba, Zwaan también comprobó que el tiempo que tardaban los sujetos en contestar a una pregunta era mayor, cuando había mediado anteriormente una expresión de ruptura de la continuidad temporal que cuando no. También en este caso aparecieron diferencias entre distancias cronológicas medias y largas.
  2. Los tiempos verbales (información sintáctica). Carreiras, Carriedo y coleguitas (1997) demostraron que los tiempos de reconocimiento del oficio del protagonista son mas largos cuando el tiempo verbal empleado en la frase implica ruptura temporal, es decir, que no se ejercían ahora. En otro experimento, estos autores demostraron que el tiempo de reconocimiento del nombre del protagonista era mas largo cuando la acción asociada con el protagonista estaba en un tiempo pasado, respecto a la acción actual de otro. Así, el protagonista se quedaba en un segundo plano respecto en el modelo situacional del relato.
  3. La inconsistencia temporal de los sucesos. Rink y cols (2001) han demostrado que se produce un incremento sustancial del tiempo de lectura de una sentencia cuando esta es inconsistente con el orden de acontecimientos. aunque algunas inconsistencias pueden pasar desapercibidas incluso para los sujetos.
Por otro lado, conviene resaltar que el supuesto de iconicidad es clave también en los procesos de recuperación → en la recuperación, cualquier secuencia es ordenada cronológicamente de acuerdo con el principio de iconicidad. Si bien el orden de recuperación de los componentes de una historia no es determinante del orden en que van a figurar en el relato que de ella se construye.

Hemos visto como todas las acciones de un episodio han de ser temporalmente ordenadas. Pero también podemos preguntarnos si una acción individual o estática esta caracterizada por la dimensión temporal o si esta dimensión solo se manifiesta cuando se trata de ordenar cronológicamente 2 o mas acciones o sucesos.

Los fenómenos agrupados bajo el nombre de “inercia de las representaciones mentales” o “representaciones mentales dinámicas” demuestran que es posible concebir estímulos estáticos asignándoles una trayectoria.

Freyd y Finke (1984) presentaron a los sujetos una secuencia de inducción continua (una secuencia de figuras estáticas donde parece que dichas figuras van siguiendo una trayectoria de rotación) y demostraron que era posible inducir una secuenciación cronológica a las imágenes en función de diferencias en la orientación de las figuras. El resultado del experimento fue que los sujetos podían detectar fácilmente una pequeña diferencia de orientación cuando era incongruente con la secuencia inducida, pero que era difícil detectar una pequeña diferencia cuando esta seguía el mismo sentido que el inducido.

Este fenómeno de las representaciones dinámicas también ha sido investigado con imágenes estáticas sin contexto previo. Ej.: presentación de fotograma en el que se ve a una persona saltando, y a continuación, presentación del fotograma inmediatamente anterior (en unos casos) o posterior (en otros) para que detecte la diferencia con el primero. El resultado era que es mas fácil detectar la diferencia con el anterior.

La idea común de este fenómeno de representaciones dinámicas puede resumirse en que a lo largo de la evolución, las especies han interiorizado las leyes físicas que les son funcionalmente mas relevantes, de manera que sus representaciones del medio contienen información acerca de su dinámica o desarrollo temporal, información que es indisociable de ellas.

Sin embargo, este fenómeno no se limita a las leyes físicas, puesto que Verfaillie y d’Ydewalle (1991) han demostrado que este fenómeno puede producirse aunque la secuencia de movimiento prevista contradiga las leyes físicas. Sea por ej, porque sigue una secuencia deducida como lógica en función de las presentaciones anteriores realizadas (en función de su historia completa)

Van der Meer, Beyer y cols (2002) han demostrado que los sujetos, cuando un sujeto tiene una info, tarda menos tiempo en aceptar o rechazar palabras congruentes con ella si son preactivas (referidas a futuro), que si son retroactivas (referidas a pasado). Es decir, tardan menos en valorar si es correcto “después de masticar viene tragar”, que en valorar si es correcto “antes de tragar viene masticar”.

Lo anterior nos lleva a suponer la información verbal de una acción provoca su comprensión como extensa en el tiempo. Así, la información acerca del sentido temporal del desarrollo natural de cada acción puede ser de extraordinaria utilidad para provocar la recuperación preferente de ciertos contenidos, dando lugar a potenciales encadenamientos de recuperaciones de gran verosimilitud.

La anticipación parcial que parece darse en la comprensión de cada acción o suceso puede ayudar no solo a la comprensión del siguiente, en el caso de la recepción de un relato de cualquier modalidad, sino que también puede ser de gran ayuda en la generación de nuevos contenidos en una tarea de recuperación estratégica.

Relaciones causales entre episodios:
La inferencia de relaciones causales entre los episodios que conforman una historia es otro de los posibles criterios que pueden intervenir para organizar la recuperación de información acerca de ella.

La causalidad entre los episodios de una historia proporciona coherencia a la misma. Así, cuando estamos tratando de recordar una historia, no admitimos como parte de ella cualquier contenido mental que nos venga a la mente, sino solo aquellos que puedan ser coherentes, que tengan relación unos con otros.

Graesser, Singer y Trabaso, han desglosado este principio de búsqueda de significado coherente en 3 supuestos (su trabajo estaba referido a la comprensión de textos narrativos, pero iremos viendo como es aplicable en la recuperación de historias):
  1. El lector tiene metas respecto al texto: Significa que el lector pretende comprender la historia que cuenta el narrador (congruencia compatibilidad y sincronía entre las historias). Respecto a la recuperación, la meta del sujeto es construir una historia del pasado que satisfaga los requisitos del presente.
  2. El lector espera que el texto tenga coherencia: Significa que, en búsqueda de encontrar la coherencia en el texto, el lector tendrá que hacer inferencias. Podemos distinguir entre 2 tipos de coherencia:
    1. Coherencia local: coherencia entre 2 elementos consecutivos de la narración.
    2. Coherencia global: coherencia entre elementos distantes, agrupados en unidades conceptuales de orden superior.
    La coherencia no solo significa conexión de un contenido con otro contenido previo, también se da el caso de que un contenido mental actué como precipitante de otro posterior. Ambas circunstancias han sido “probadas” experimentalmente en el contexto de comprensión de textos narrativos, por lo que podemos decir que las relaciones causales provocan tanto la recuperación de contenidos previos como la anticipación de contenidos posteriores.
  3. Al menos los sucesos mas importantes que en el texto se mencionan figuran en él por algún motivo: Esto alude a 2 tipos de explicaciones sobre las inferencias:
    1. El lector hace uso de teorías ingenuas para explicar porque el autor menciona un episodio de la historia. Esto, si bien es importante para la procesamiento de las narraciones (en las que alguien nos cuenta algo), en la recuperación lo que hacemos es simplemente que inferimos que un suceso se presenta en nuestra mente, porque lo recordamos.
    2. El lector busca explicaciones referidas a los acontecimientos de la historia en el propio conocimiento que tiene del mundo. Cuando reconstruimos una historia, intentamos que cuadre con las relaciones causales que tenemos sobre el mundo.
Protagonistas:
Probablemente uno de los aspectos que mas información relevante puede aportar acerca del procesamiento que los individuos realizan para la comprensión, construcción o reconstrucción de historias, es la caracterización psicológica de sus personajes.

En la construcción de modelos situacionales montados sobre sus protagonistas, se ha comprobado que las acciones que se les atribuyen tienen que estar en el mismo lugar, para quien construya el modelo situacional pueda integrarlas en un único escenario.

Objetivos e intencionalidad de los protagonistas:
Generalmente, cuando hablamos de objetivos o intenciones de un sujeto cuando hace algo, nos estamos refiriendo a las causas psicológicas que le llevan a hacerlo, pero debemos distinguir lo que es:
  • Objetivo: Consecuencia causal de la acción sobre el mundo. Es la meta o finalidad perseguida.
  • Intención: relación entre la mente y las acciones. Estado mental del personaje.
En este tema nos vamos a referir a los objetivos. Hoy día sabemos que la comprensión de una historia en la que intervienen actores se organiza en torno a los objetivos que persiguen las acciones de estos. También sabemos que los objetivos se organizan en jerarquías, y que cuando no aparecen explícitos, solemos inferirlos en el proceso de búsqueda de significado de la historia.

Hay que decir que cuando realizamos una inferencia sobre una acción, tendemos a atribuirle un objetivo de orden superior. Esto se conoce como sesgo a favor de las metas supraordenadas. También sabemos que las acciones que persiguen varios objetivos se recuerdan mejor, y que cuanto mas próximo en el tiempo esté el conocimiento del objetivo de una acción, mejor la recordaremos.

En un estudio de Poynor y Morris (20039, se ha demostrado que el sujeto realiza las inferencias mientras va leyendo el texto (no las realiza después de la lectura), ya que en dicho estudio se comprobó que:
  • Los sujetos tardaban más en leer frases inconsistentes que consistentes.
  • El recuerdo posterior era mejor cuando la acción de los sujetos era inconsistente con su objetivo (lo que se explica por la mayor elaboración necesaria para la creación del modelo situacional).
  • El recuerdo posterior era igual en las acciones cuyos objetivos eran explícitos que en las que dichos objetivos estaban implícitos (equivalencia funcional de los objetivos recibidos e inferidos).

Categorización de sucesos

Una historia es una secuencia de episodios relacionados y un episodio es una secuencia de sucesos relacionados. Así, sabemos que hay una relación jerárquica entre distintos niveles, pero no tenemos claro cuales son los criterios que delimitan estas jerarquías.

Podemos definir a un suceso como “un segmento de tiempo en un lugar determinado que un observador concibe con un principio y con un fin”. De aquí deducimos que:
  • El suceso debe tener un momento de inicio y otro de finalización (ubicación temporal).
  • El suceso debe ocurrir dentro de unos límites espaciales definidos.
  • Los límites del suceso no son marcados por el tiempo ni por el espacio, sino que los pone un observador, sin el cual ese suceso no se produce como tal. Es él el que crea el suceso.
  • La delimitación espacio-temporal que el observador hace del suceso no se realiza por características definidas en estas 2 dimensiones, sino que depende de la concepción, percepción o categorización que el observador haga de su contenido.
Analogía entre objeto y suceso
Teniendo en cuenta que, al igual que un objeto, un suceso es una región espacio-temporalmente acotada, podemos utilizar analógicamente los conocimientos sobre la percepción y categorización de los objetos a los sucesos:

Podemos hacer partonomias de sucesos: Una partonomia es el conjunto de relaciones entre partes y subpartes de un objeto. Al igual que cuando hablamos de un objeto, decimos que los cambios drásticos entre regiones contiguas delimitan partes del objeto (ej: en un muñeco se ve claramente que una pierna es una parte distinta del tronco), cuando hablamos de sucesos, los cambios densos en un flujo de variaciones suelen concebirse como una delimitación entre partes de un suceso.

Podemos hacer taperonomias de sucesos: clasificaciones de sucesos. En lo que respecta a objetos, podemos decir que hay un nivel o categoría básica de objetos, que es aquella que optimiza la relación existente entre conocimiento del objeto y cantidad de información suministrada sobre el mismo. Ej: la categoría básica “mesa” nos proporciona información mas definida que la categoría “mueble”, pero menos definida que la categoría “mesa de cocina”. Podemos decir que el nivel básico proporciona buena parte de la información de los niveles supraordenados, al mismo tiempo que aporta suficiente información contextual al oyente para transmitirle cuanto necesita saber, sin abrumar con detalles.

¿Existe un nivel básico en la categorización de los sucesos? → las investigaciones que se han hecho sobre ello concluyen que:
  • La diferenciación de determinados sucesos es mayor cuanto mas concreto o subordinado es el suceso.
  • Dos actividades de nivel supraordenado parecen menos similares entre si que dos de nivel básico y menos aun que dos de nivel subordinado.
  • Los sujetos tienen a categorizar los objetos en su nivel básico, incluso en contextos donde hubiese bastado una categorización a un nivel mas supraordenado (haciendo por tanto un sacrificio cognitivo al profundizar en la categorización), o en contextos donde es necesaria una categorización a nivel mas subordinado (haciendo por tanto un sacrificio en la información que suministran).
Con respecto a la categorización de sucesos, podemos decir que:
  • Las propiedades mas abstractas del suceso (ej: objetivos del protagonista), se utilizan a la hora de clasificar a los sucesos en categorías supraordenadas.
  • Las propiedades más concretas del suceso (aquellas más superficiales o físicas), se utilizan a la hora de clasificar a los sucesos en categorías más subordinadas.
  • El nivel básico es el que mejor proporción tiene entre información suministrada e información necesaria para clasificar al suceso. por ello, probablemente sea el nivel de mejor rendimiento memorístico.
Diferencias fundamentales entre objeto y suceso:
  • Aunque, como hemos dicho antes, la diferenciación entre sucesos es mayor a niveles subordinados, la información que añade un nivel superior es mayor que la que añadiría el siguiente nivel subordinado. Es decir, hay un aumento total de información cuanto mas subordinado es el nivel, pero la información marginal que aporta cada nivel va siendo menor cuanto mas subordinado sea. La ganancia o el aporte de información va decreciendo. Ej.: si observamos “mueble-mesa-mesa de salón” veremos que el paso de mueble a mesa proporciona mas información que el paso de mesa a mesa de salón.
  • La diferencia más radical entre objeto y suceso se encuentra en la dominancia de la dimensión temporal en la definición de los sucesos. Un objeto puede ser “identificado”, persistiendo su existencia en el tiempo, mientras un suceso solo puede ser “categorizado” y no se puede volver a presenciar.

Construcción de una historia

La recuperación deliberada de una historia supone la construcción de sus episodios a partir de:
  • Los indicios o claves que proporciona el medio.
  • Los indicios o claves que obtiene el sujeto de su memoria
  • La intervención de las estrategias de recuperación (inferencias, deducciones, heurísticos...) que se puedan poner en marcha.
Como hemos visto antes, las relaciones temporales entre los elementos de la historia real no coinciden con los elementos temporales del relato que se cuenta sobre ella. por ello surge el problema de que hay que crear un modelo situacional a partir de información linealmente presentada, lo cual deriva en lo siguiente:
  • La segmentación del flujo narrativo en unidades como los objetos.
  • El momento de actualización de los elementos del modelo situacional.
  • La atribución de relaciones causales entre los elementos de la historia.
La segmentación del flujo narrativo:
Ya hemos dicho antes que un suceso está temporalmente acotado en sus limites temporales (inicio y fin), también conocidos como “puntos de ruptura”. Al respecto, se ha comprobado que los sujetos suelen ser consistentes en el establecimiento de los puntos de ruptura y que hay acuerdo entre los sujetos. Además, los contenidos próximos a los puntos de ruptura se recuerdan mejor.

Entonces, ¿cuál es la información a partir de la cual los sujetos deciden sobre la existencia de un punto de ruptura?:
  • Por un lado hay que decir que la configuración estimular es importante: los puntos de ruptura suelen coincidir con cambios en la información estimular recibida (ej: en una danza, los puntos de ruptura se producen cuando tienen lugar los cambios mas relevantes de desplazamientos y movimientos de los actores).
  • Por otro lado, los objetivos de los observadores pueden alterar la tasa de señalización de puntos de ruptura: cuando los sujetos no tienen una línea argumental coherente para construir la historia, construyen episodios de menor duración.
  • Zwann y cols. proponen que el factor fundamental en la delimitación de los episodios es un cambio en el valor del relato en las dimensiones de espacio, tiempo y protagonistas (o movimiento de personajes). Al respecto han demostrado que, en la narración cinematográfica:
    1. Tanto la discontinuidad en el tiempo, como la discontinuidad en los protagonistas son determinantes a la hora de establecer los puntos de ruptura. La discontinuidad espacial por si sola no influye apenas en la determinación de los puntos de ruptura. Esto nos indica que las dimensiones básicas sobre las que los individuos perciben la continuidad o discontinuidad de una narración en prosa parecen ser similares a las de una narración cinematográfica.
    2. La discontinuidad temporal es la más importante, y su efecto se ve potenciado por la ocurrencia simultánea con discontinuidad espacial o de movimiento de personajes.
    3. La discontinuidad en simultanea en las 3 dimensiones no provoca tantos puntos de ruptura como cabria esperar (tan solo el 50%). Sin embargo, la no discontinuidad en ninguna de ellas hace que solo el 7% se consideren discontinuas. Esto parece decirnos que las discontinuidades en estas dimensiones son causa necesaria pero no suficiente para que haya una punto de ruptura. aunque puede que la falta o perdida de atención juegue un papel importante también.
El momento de la actualización:Otro de los problemas que presenta la construcción de una historia a partir de un flujo de información temporalmente extenso es la necesidad de ir modificando (o actualizando) el estado de los elementos presentes en la historia a medida que van apareciendo nuevos datos que modifican dicho estado.

Sobre esta actualización, los sujetos pueden seguir dos estrategias alternativas:
  • Actualización sobre la marcha: a medida que los acontecimientos se van desarrollando.
  • Actualización retrospectiva: producida posteriormente a la recepción de los datos, cuando sea necesaria.
Manuel de Vega ha demostrado que la actualización de la información sobre la marcha solo se produce cuando es necesario para mantener la coherencia de la narración. Así, la actualización de los modelos mentales e un proceso de inferencia basado en claves más que una actualización automática de la perspectiva del protagonista.

La atribución retrospectiva de causalidad o sesgo retrospectivo:
La atribución retrospectiva de causalidad consiste en una exageración de la relación causal percibida entre los antecedentes de un suceso y sus consecuencias, cuando dicha relación causal se evalúa una vez conocido el resultado. Es decir, cuando un sujeto conoce los resultados, aparece como mejor predictor que sin su conocimiento, a pesar de lo cual niega que tenga en cuenta dicho conocimiento para realizar su predicción.

El procedimiento utilizado por Fischhoff (1975) para la comprobación de este sesgo era:
  • Informar a todos los sujetos sobre un acontecimiento.
  • A una parte de dichos sujetos se les informa sobre las consecuencias de dicho acontecimiento.
  • Al final se les pide a todos los sujetos que estimen la probabilidad de que se produzcan esas consecuencias, como si no las conocieran (para quienes las conocían).
Fischhoff opina que este fenómeno se produce por una especie de “determinismo infiltrado”, consistente en la tendencia de los individuos a subrayar la relación causal producida, a costa de reducir la consideración de posibles alternativas.

Así, lo que pasa es que cuando se alcanza el conocimiento de una consecuencia, se produce una actualización del modelo, y alcanzado este punto es imposible actuar como si no conociéramos la situación que nuestro modelo actualizado nos presenta.

Supuestos en los que no sucede el sesgo retrospectivo:
  • Cuando la consecuencia es tan inesperada que el mismo individuo se sorprende y dice haber sido incapaz de adivinar la consecuencia.
  • Cuando se considera fortuita la relación entre el acontecimiento y su consecuencia.
La única manera de intervenir directamente sobre el sesgo retrospectivo es alterando el modelo de situación desde el que el individuo va a realizar sus estimaciones, para conseguir que la causalidad final aparente tenga alternativas competidoras que debiliten el carácter determinista de la relación. Esto se consigue cuando se pide a los sujetos que busquen razones a favor de la alternativa contraria, es decir, se consigue aumentando la relevancia de los motivos por los que podrían haberse producido otras consecuencias.

La mejor manera de impedir el sesgo retrospectivo es ocultar las consecuencias a quien tiene que hacer una predicción de ellas.
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