Comunicación de los Resultados: El Informe

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Introducción

El final de la evaluación psicológica ha de ser la comunicación oral o escrita de los resultados, es decir, el informe, que como dice Tallent es la expresión palpable de dicha evaluación.

Características según Grant y Maletzky:
  1. El informe es un testimonio archivable y duradero.
  2. Es una fuente de información para la contrastación de las hipótesis formuladas.
  3. Es necesario a la hora de comunicar los resultados de la evaluación.
  4. Puede ser considerado como un documento legal.
  5. Es un rastro de conducta que puede ser considerado con posterioridad como una fuente de datos no contaminada.
Como vemos, aunque el informe puede ser oral, se hace especial énfasis en la utilidad de la forma escrita.

Características del informe

Ser un documento científico

Lo expresado en el informe se tiene que ceñir a las características de la documentación científica, es decir ha de ser replicable y contrastable por otros evaluadores. Para ello en el informe se tienen que hacer constar los siguientes puntos:
  • Autor.
  • Objetivos por los que se realizó la evaluación.
  • Datos de identificación del/los sujeto/s evaluado/s.
  • Técnicas utilizadas en la recogida de información.
  • Procedimiento seguido.
  • Resultados derivados.
  • Conclusiones y recomendaciones.
De todos modos cada caso requiere un tratamiento particular que se debe de hacer constar (características del sujeto, procedimientos, instrumentos utilizados, etc.), así como el grado de certeza con el que se emite cualquier aseveración (diagnósticos, predicciones, etc.).

Servir de vehículo de comunicación

El informe es el medio más importante de comunicación de los resultados de la evaluación, ello implica que tiene que ser comprensible para la persona a la que va dirigido, que generalmente será la peticionaria de la exploración. Es decir que el lenguaje utilizado, su extensión y su contenido tendrá que adecuarse según el peticionario sea el propio sujeto o un familiar; u otro profesional como un médico, psiquiatra, etc. Aunque esta característica de comprensibilidad no debe ser obstáculo para que el informe sea un documento científico replicable.

De hecho, las principales críticas que se vierten sobre los informes psicológicos son, por una parte el empleo de una jerga incomprensible para el peticionario. Por otra la especulación sin el apoyo de datos contrastables. Y, por último, la falta de distinción entre los hechos reales y la especulación teórica.

Pelechano (1976) considera que las características para hacer comprensible un informe son:
  1. Equilibrio entre los datos y las abstracciones y teorías.
  2. Utilización de una modulación de los resultados aplicados a cada situación personal en concreto.
  3. Ser asertivo o modesto, en función de los datos y sólo cuando sea necesario.
  4. Utilización de ilustraciones directas (conductas realizadas por el examinado).
  5. Discutir sistemáticamente las partes en las que se divide el informe.
  6. Facilitar la toma de decisiones.

Ser útil

El informe debe presentar orientaciones concretas en torno a los objetivos planteados en la evaluación. Por ejemplo recomendaciones para una acción pedagógica, posibles causas del trastorno, tratamiento a seguir..., etc.

Se debe evitar en todo caso el empleo de apreciaciones generales que, aunque puedan englobar muchos casos, no suelen aportar información relevante en ninguno.

Tipos de informe

Basado en la teoría

El evaluador puede estar adscrito a una determinada teoría o escuela y basar su informe en las bases de la misma. Así desde una perspectiva dinámica el informe incluirá por ejemplo apartados como "estructura de la personalidad", "mecanismo de defensa", etc. Desde un modelo médico se incluirán descripciones de síntomas y síndromes.

Como señalan Maloney y Ward (1976) este tipo de informes tienen dos inconvenientes, por una parte el problema de comunicación que se originaría si el destinatario no conociese las bases de la teoría del evaluador. Por otra, la restricción que supone tener que presentar los resultados teniendo que seguir las bases de una determinada teoría.
Por lo que únicamente resulta ventajoso este tipo de informes cuando el evaluador y el destinatario del informe comparten el mismo enfoque teórico.

Basado en las técnicas

Se presentan simplemente los datos de las pruebas que ha pasado el sujeto.
Tiene el inconveniente de ser un sistema desorganizado e incomprensible para personas no relacionadas con la psicología.

Basado en el problema

Se basa y está centrado en los objetivos del caso y puede ser redactado en base a formatos previamente definidos. Un ejemplo es el POR (Problem Oriented Record, registro orientado al problema), que puede ser utilizado por distintos profesionales.

Componentes del POR:
  1. Datos básicos. Se incluye toda la información relevante, datos biográficos, análisis clínicos...
  2. Listado de problemas. Trastornos médicos, conductuales, etc., puestos de manifiesto por los datos básicos.
  3. Procedimiento de intervención para cada uno de los problemas.
  4. Seguimiento de los cambios producidos por los procedimientos de intervención.
Las dificultades fundamentales de este tipo de informe son:
  1. La difícil homologación de los distintos tipos de problemas.
  2. La versión limitada que se presenta del funcionamiento psicológico del sujeto.
  3. La dificultad en llegar a un acuerdo en términos como "problema" y "anormalidad", por lo que asignar a un sujeto únicamente un tipo de problemas estándar puede no ser procedente.

Organización del informe

Existen diversas propuestas. Sundberg (1976) plantea cinco áreas básicas.
  • Cuestiones físicas-fisiológicas: Estructura corporal, desarrollo, patrones fisiológicos...
  • Cuestiones socio-ecológicas: Tipo de vida, ambiente, características del entorno...
  • Cuestiones conductuales: Hábitos, habilidades, comportamientos...
  • Cuestiones auto-informadas: Sentimientos, pensamientos, expectativas...
  • Cuestiones inferenciales dinámico simbólicas: Hipótesis en relación a los conflictos del sujeto, desarrollo psicodinámico que se infiere de su historia personal...
Según el marco teórico de cada evaluador se hará más énfasis en unos puntos que en otros. Un conductista en los tres primeros, un psicoanalista en el último... Por esta razón este tipo de informes no son muy generalizables.

Maloney y Ward hicieron una propuesta alternativa con 8 puntos fundamentales.
  • Datos personales: Nombre, edad, sexo...
  • Cuestiones de referencia y objetivos: Naturaleza del problema por el que se consulta...
  • Datos biográficos relevantes.
  • Procedimientos evaluativos: Listado de tests y técnicas. Resultados de esas técnicas.
  • Conducta y observaciones: Haciendo énfasis en el comportamiento y las actitudes del sujeto.
  • Resultados e integración: Presentación de los resultados referidos al sujeto explorado.
  • Recomendaciones: Respuesta a los objetivos planteados.
  • Resumen de los aspectos fundamentales: Datos biográficos, hallazgos, recomendaciones.
Nay (1979) sugiere un informe de 6 apartados.
  • Descripción del cliente.
  • Establecimiento del problema o problemas.
  • Base de datos de evaluación.
  • Integración de resultados.
  • Objetivos de intervención.
Tanto la propuesta de Maloney y Ward como la de Nay suponen un enfoque racional de la organización del material de evaluación. En los primeros apartados pueden ser compatibles con el tipo de informe centrado en el problema, presentando además la posibilidad de aportar datos técnicos, como los informes centrados en las técnicas. Y en ambos hay un apartado de orientaciones dónde se puede dar respuesta a las demandas planteadas.

Vemos pues que la diferencia entre ambas propuestas no es la organización de los datos, sino la integración de los resultados. Teniendo en cuenta esto e intentando hacerlo replicable, se propone un tipo de informe en el que la integración de los resultados sea compatible con el modelo de Evaluación propuesto y además dé la opción a la valoración de posteriores intervenciones.

Dicho informe tiene la siguiente estructura:

Datos personales del sujeto y del evaluador: Nombre, sexo, edad, etc., del sujeto. Y también nombre y acreditación del evaluador.

Referencia y objetivos: Motivo de la evaluación y objetivos.

Datos biográficos relevantes: Datos ambientales, de contesto, sociodemográficos, que hayan influido sobre la evolución y desarrollo.

Técnicas y procedimiento: Listado de tests, técnicas o instrumentos empleados. Si se emplean test estandarizados hay que incluir la muestra de tipificación utilizada en la obtención de puntuaciones estándar. Aunque cuando se considere oportuno se pueden incluir los datos brutos obtenidos en la recogida de información.
Se tiene que incluir también todo el procedimiento empleado de manera que se pueda realizar la contrastación por otro psicólogo.

Conducta durante la exploración: Conducta manifiesta del sujeto durante la exploración, motora (temblores), verbal, etc. Además se incluye la actitud inferida por el evaluador (colaboración, persistencia...) siempre y cuando se vea avalada por las conductas base.

Integración de resultados: Teniendo en cuenta la síntesis conceptual formulada, los resultados se presentan en los siguientes subapartados.
  • Comportamientos objetos de estudio. En sus tres modalidades, motora, fisiológica y cognitivo-verbal. Con mención expresa a los datos de base.
  • Características de personalidad o repertorios básicos de conducta. Resultados referidos a comportamientos o características estables de los sistemas cognitivo-verbal, emocional-motivacional y sensomotor. Siendo esta clasificación compatible con la distinción tradicional entre funciones intelectuales o cognitivas, emocionales y psicomotrices.
Es necesario tener dos precauciones. Primero, la exploración se dirige a aspectos relevantes del comportamiento, no siendo necesario explorar los no relevantes. Segundo, dado que los datos se apoyan en unos concretos datos de base, éstos deberán figurar como apoyo y aval de cualquier afirmación sobre el caso.
  • Condiciones socio-ambientales. Ya que las pasadas se incluyeron en los datos biográficos, sólo habrá que hacer referencia aquí a las condiciones actuales.
  • Condiciones biológicas (en su caso). Resultados procedentes de exploraciones psiconeurológicas y psicobiológicas, si las hubo. Y exámenes físicos, si son relevantes.
Orientación y/u objetivos de cambio e intervención: Se da respuesta a los objetivos planteados en el apartado 2. Dependiendo de ello, el contenido de este apartado será una orientación profesional, un diagnóstico, etc. Frecuentemente las recomendaciones son varias y de distinto orden, teniendo que presentarlas entonces debidamente jerarquizadas.

Valoración de intervenciones (en su caso): Es decir, si la intervención consta de evaluación y tratamiento. Se hacen constar entonces dos tipos de resultados. Primero, los procedentes del análisis de los cambios en las variables dependientes, los datos de los cambios producidos por la intervención y si se han alcanzado las metas propuestas.
Segundo, lo que el sujeto, personas allegadas e incluso el propio terapeuta, piensan sobre los efectos del tratamiento.
La valoración se efectúa en distintos momentos después de terminado el tratamiento, haciendo pues un seguimiento del mismo.

Recomendaciones

Estilo

Debe evitarse toda ambigüedad. Tiene que ser un documento científico replicable, aunque en él no se incluyan tecnicismos. No están justificadas las conclusiones diagnósticas sin aval ni prueba.

A quién va dirigido

De ello dependerá su redacción en un lenguaje adecuado y sin tratar de entrar en el campo de otros profesionales.
Si el informe va dirigido al propio sujeto, sus padres o sus maestros, hay que tener cuidado de que no produzca efectos negativos que perjudiquen al sujeto.
Si se trata de una selección de personal hay que salvaguardar la intimidad del sujeto y evitar que la información vaya a terceras personas. En todo caso hay que recordar que el informe psicológico es un documento confidencial, del que incluso el psicólogo no puede disponer fuera de los objetivos de la evaluación.

La información oral

Puede sustituir al informe y en todo caso lo ha de complementar, sobre todo cuando el informe escrito vaya dedicado al sujeto o personas allegadas a él.

En resumen los requisitos básicos del informe psicológico son los siguientes:
  1. Debe ser emitido por un profesional de la Psicología acreditado.
  2. Es un documento científico y, aunque se redacte para ser comprensible, ha de ser contrastable.
  3. Junto a los datos de los solicitantes deben aparecer los objetivos por ellos propuestos.
  4. Le deben especificar los instrumentos psicológicos empleados y cualquier otro detalle que permita la contrastación.
  5. Se expresaran las conclusiones que den respuesta a los objetivos planteados (diagnóstico, tratamiento...).
  6. Las descripciones e inferencias deben estar apoyadas en los datos obtenidos. Y la valoración del tratamiento en los cambios conductuales detectados.
  7. El sujeto tiene derecho a conocer el contenido del informe, a no ser que con ello pudiera vulnerarse otro principio deontológico.
  8. El informe psicológico es un documento confidencial del cual el psicólogo no puede disponer sin permiso del sujeto y, en todo caso, será utilizado según el código deontológico.
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