Las Creencias Básicas sobre el Mundo Social y el Yo

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Introducción

Existe un conjunto de creencias esenciales que las personas tienen sobre sí mismas, el mundo y los otros. Son creencias implícitas, se basan en la experiencia emocional y a las que las personas se adhieren fuertemente, incluso las mantienen ante evidencias en contra.

La Máquina de Creencias

La metáfora de Alcock del ser humano como máquina de creencias es la más ilustrativa. Sostiene que el ser humano ha desarrollado un sistema de creencias para mantener la supervivencia, no está orientado primordialmente a la obtención de la verdad ni se guía necesariamente por los principios de la lógica. La máquina funciona secuencialmente.

SELECCIÓN DE LA INFORMACIÓN EXISTENTE EN EL AMBIENTE
MOLDEAMIENTO DE LA INFORMACIÓN EN FUNCIÓN DE LOS PROPIOS INTERESES Y PREOCUPACIONES
COMBINACIÓN DE LA INFORMACIÓN SELECCIONADA Y MOLDEADA CON OTRAS INFORMACIONES YA ACUMULADAS EN LA MEMORIA
PRODUCCIÓN DE UNA NUEVA CREENCIA, POR REGLA GENERAL, CONGRUENTE CON LAS QUE LA PERSONA POSEÍA

El funcionamiento de este sistema es capaz de generar tanto creencias falsas como correctas. En la medida en que sirven para orientar las acciones futuras de la persona, al margen de que sean correctas o no, cumplen su función de ser útiles para la supervivencia. Esto explica que ciertas creencias que parecen irracionales vistas desde fuera por otras personas, no son diferentes de cualesquiera otras creencias. La razón es que esas creencias irracionales se generan de la misma forma que las demás.

El Mundo de los Supuestos de Parkes

Parkes desarrolla la idea de mundo de supuestos para referirse al repertorio de supuestos acerca del mundo y del yo que la persona considera plenamente fiables, mantiene con firmeza y a los que recurre cuando tiene que planificar y actuar. El mundo de los supuestos es esa visión que la persona tiene de la realidad tal como ella cree que es. Cuando tienen lugar sucesos vitales importantes (transiciones psicosociales) como muerte de un ser querido, se hace preciso establecer un nuevo mundo de supuestos, el cual, pese a que lleva consigo grandes costes por lo que supone de inversión en tiempo y energía, es imprescindible si de lo que se trata es de mantener una vida satisfactoria.

Los Supuestos Básicos de Janoff-Bulman

Esta autora defiende que las personas desarrollan a lo largo del tiempo un sistema conceptual básico que les permite funcionar de manera eficiente y les proporciona expectativas acerca del mundo y de sí mismos. El contenido de las creencias básicas de las personas gira en torno a tres categorías primarias: creencias sobre la benevolencia, creencias sobre el sentido del mundo, el control, el azar y la justicia y creencias sobre la dignidad de uno mismo.

Creencias sobre la benevolencia

Creencias sobre el Carácter Benevolente del Mundo en General
Las personas son benevolentes y piensan que suceden más cosas positivas que negativas. Estas creencias son coherentes con el optimismo ilusorio y con la ilusión de invulnerabilidad, ya que:
  • Las personas se sienten relativamente invulnerables.
  • Tienden a pensar que su futuro es positivo.
  • Creen que tienen menos probabilidades que la persona media de sufrir hechos negativos.
  • Creen que tienen más probabilidades de que le ocurran hechos positivos.
La fuerza de estas creencias es mayor si se refieren a hechos infrecuentes y es mayor también en las personas que no han experimentado hechos negativos, en las que han vivenciado hechos positivos, y en las que creen que los hechos negativos son controlables y les ocurren sólo a personas prototípicas muy diferentes de ellas. La vivencia de hechos negativos tiende a disminuir la ilusión de invulnerabilidad, aunque sólo a corto plazo y en relación con la experiencia concreta.

Respuestas a la pregunta sobre la “satisfacción con la vida” en la Encuesta Mundial Valores
  1. Se puede afirmar que, en conjunto, los 120000 participantes en esta encuesta representan al 85% de los habitantes de la tierra.
  2. La respuesta media de “satisfacción con la vida” es igual a 65 (escala de 1ª 10).
  3. Un 56% de participantes informan de “elevada” satisfacción con la vida.
  4. La satisfacción es menor en países de menor desarrollo social.
  5. Existe una correlación positiva y estadísticamente significativa (r=.48) entre “satisfacción con la vida” y “felicidad”.
Creencias sobre el Mundo Social Benevolente y los Otros en quien Confiar
Las personas tienden a creer que el mundo social es benevolente, que las personas son buenas, y a sentirse integradas socialmente. Estas creencias parecen tener su origen en la necesidad hedónica y básica de pertenencia, de gregarismo y de establecer relaciones positivas con otros.
Estaría por un lado una necesidad de pertenencia con grupos con los que se trabaja y comparte actividades y que valoran a la personas, y por otro, una necesidad de intimidad o de relaciones estables de cariño y cuidado, que puede adoptar varias formas, como la paterno-filial, la de confidencia o amistad íntima y la erótica o amorosa. Es en la infancia cuando se exploran y elaboran las creencias positivas sobre el mundo y el yo, y cuando se establece el estilo de apego. El apego seguro implica una visión positiva del entorno social y del yo.

Creencias acerca de la Integración Social
Estas creencias se refieren a la participación en redes sociales y relaciones íntimas en las que se recibe respeto y amor y que, a la vez, impiden la soledad y el aislamiento. Se encuadran dentro de la misma categoría que las creencias culturales compartidas. Éstas le dan sentido al mundo, explican la existencia, prescriben las conductas normativas y prometen seguridad y trascendencia. También ellas responden a una necesidad básica, la de manejar la ansiedad y soledad existencias de las personas.
Las creencias culturales compartidas ayudan a las personas a afrontar la ansiedad ante la muerte. Éste es el planteamiento de la Teoría del manejo del terror existencial. Al adherirse a ellas, las personas tienden a creer que son miembros estimables, según estas normas culturales. Así consiguen asegurarse una inmortalidad literal (en el caso de las creencias en el más allá) o simbólica (pensando que aunque desaparezcan físicamente, su mundo social seguirá existiendo y pervivirán en el recuerdo). Lo confirma el hecho de que las personas a las que se les hace saliente su mortalidad tienden a pensar que su vida tiene mayor significado en comparación con un grupo control.

Importancia de las creencias en religión y en el más allá en la Encuesta Mundial Valores
  1. El 86% de los encuestados que cree en Dios también tiende a pensar más, de manera significativa aunque moderada, en el sentido y propósito de la vida.
  2. El 64% de los encuestados cree en el más allá y se constata en ellos la misma tendencia que entre los que creen en Dios.
  3. Además, las personas que creen en el más allá se consideran ligeramente más felices.
Creencias sobre el Sentido del Mundo, el Control, el Azar y la Justicia

Las personas creen que el mundo tiene sentido y propósito, que existe orden y predictibilidad en el mundo, que se puede comprender y entender. Janoff-Bulman diferencia dentro de las creencias sobre el sentido del mundo tres áreas:
  1. Las creencias en el control del mundo: consisten en la sobrevaloración que las personas hacen de su capacidad de control.
  2. Las creencias sobre el azar: afirman que las cosas no ocurren por azar.
  3. Las creencias sobre la justicia: según las cuales las personas reciben lo que se merecen o merecen lo que les ocurre, en otras palabras, que lo que les ocurre es justo.
Estas creencias surgen de tres necesidades básicas:
  • La de mantener un sistema relativamente estable y coherente de creencias acerca del mundo.
  • La de asimilar las novedades dentro de las creencias ya existentes y reducir de esa forma la incertidumbre.
  • La de atribuir significado al mundo y garantizar la consistencia o congruencia entre creencias.
Estudios sobre las Creencias en el Mundo Justo

Las creencias sobre el mundo justo han generado muchas investigaciones. Las de carácter experimental han mostrado que las personas que observan a una víctima que sufre un hecho negativo sin haberlo provocado tienden a minimizar su sufrimiento o a atribuirle la responsabilidad de lo ocurrido. Esto ocurre si las personas que observan no pueden reparar lo ocurrido, si no pueden alejarse de la situación y si no se identifican con la víctima ni creen que van a sufrir la misma suerte.
Sin embargo, investigaciones de corte correlacional matizan los resultados anteriores:
  • Sólo una minoría de personas, aunque amplia, creen que la conducta de los demás es justa.
  • En general, las respuestas en las escalas de creencias sobre el mundo justo se sitúan más en el extremo de baja justicia.
  • Las creencias acerca del mundo justo y el mundo injusto tienden a ser independientes.
  • Las personas creen, sin embargo, que su mundo personal es más justo que el mundo en general.
Varios estudios muestran que las creencias sobre el mundo justo se asocian:
  • A criterios de salud mental (tener un locus de control interno).
  • A medidas de bienestar (satisfacción con la vida).
  • A una mejor salud mental o una menor depresión.
Creencias sobre la Dignidad de uno Mismo

Otro conjunto de creencias se centran sobre el yo y su carácter merecedor y digno de respeto. Aquí destacan las creencias positivas sobre la autoestima. La mayoría de las personas tienden a tener alta autoestima y las personas de menor autoestima tienen una visión menos positiva. Las personas recuerdan más los hechos referidos a ellas mismas y los hechos positivos que les ocurren, al mismo tiempo que tienden a atribuir sus éxitos a causas internas y sus fracasos a causas externas.
Junto a lo anterior están las creencias sobre la eficacia o el control del yo o la capacidad de la persona de controlar el mundo. Las personas también tienden a tener una imagen positiva de sí, de su pasado y de su futuro.

Creencias sobre la eficacia del yo
  1. El 90% de las personas cree ser mejores estudiantes, profesores o conductores que la media.
  2. Las personas creen que, en lo relativo al nivel de capacidades y habilidades, están entre los más capaces.
  3. También creen que son capaces de controlar el mundo (ilusión de control).
En esta dimensión de la eficacia del yo se integra también la creencia de que uno tiene buena suerte, de que le va bien, pero debido al azar.

Sistemas de Creencias Implícito/Experiencial y Explícito/Racional (CEST)

El Modelo CEST de Epstein postula que las personas desarrollan de forma automática modelos del mundo en que viven, es decir, creencias acerca del yo y del mundo. Llama a estos modelos teorías de la realidad, ya que considera que son una especie de teorías que de forma automática, interpretan, codifican y organizan las experiencias y dirigen la conducta. Las personas tienen dos sistemas de procesamiento de la información: el experiencial preconsciente y el racional.

Comparación entre las características del sistema experiencial y las del sistema racional


Sistema experiencial Sistema racional
Conocimiento (Creencias) Implícito Explícito
Naturaleza Holístico afectivo, orientado al placer y evitar el dolor Analítico y lógico, racional orientado a lo que es sensato
Asociaciones Por imágenes, metáforas y narrativas Por símbolos abstractos, números y conceptos
Procesamiento Rápido, orientado a la acción Orientado a la acción postergada y planificada a largo plazo
Cambio Lento, mediante experiencias intensas, vivirlo para creer Rápido, por persuasión verbal, evidencia y justificación lógica para creer.
Pensamiento Heurístico, dicotómico y categorial Analítico, sistemático, dimensional y diferenciado
Memoria Emocional y episódica Declarativa y semántica
Respuestas Automáticas, inconscientes (creencias sobre la muerte periféricas y vivenciales y pensamientos involuntarios) Controladas, conscientes y focales (creencias racionales sobre la muerte y pensamientos voluntarios).
Procesamiento Heurístico de actitudes y creencias Sistemático de actitudes y creencias
Procesos Automáticos e involuntarios Conscientes y controlados

El sistema experiencial está unido a las emociones e impulsado por la búsqueda de placer y la evitación del dolor. Las creencias a las que dan lugar son implícitas y provienen de generalizaciones de experiencias significativas desde un punto de vista emocional. La información se procesa de forma automática, holística y sin esfuerzo. El modo experienciar es pasiva y preconsciente. El criterio de verdad es la experiencia. Las personas aprenden de la experiencia, y el cambio, cuando se produce, es el resultado de una experiencia repetitiva e intensa, y es más lento y difícil que el sistema racional. Es la forma normal de procesar la información y de responder a los sucesos de la vida cotidiana porque funciona sin esfuerzo y porque está asociado al afecto. Es el sistema que influye de manera continua y automática en el pensamiento consciente, incluso cuando las personas intentan ser completamente racionales.
El sistema racional es un sistema evolucionado que procesa la información de manera intencional y abstracta. Tiene como criterios de verdad la lógica, la razón y la evidencia. Las creencias cambian de forma más rápida sobre la base de nueva evidencia. Es relativamente poco eficaz para abordar los sucesos cotidianos y está sometido continuamente a influencia del sistema experiencial.
Los dos sistemas son independientes entre sí. Las creencias de ambos sistemas pueden coexistir. Las personas pueden pensar una cosa racionalmente y creer algo muy distinto en el plano experiencial. Además, cuanto mayor es el desequilibrio entre los dos sistemas y mayor la inclinación de la balanza hacia el sistema experiencial, mayor será la dominancia de este sistema, de lo que se deduce que los sucesos que elicitan emociones fuertes tienen una mayor probabilidad de procesamiento experiencial.
Esta visión dicotómica es coherente con ciertos desarrollos contemporáneos de la Psicología. Hay elementos controlados y declarativos en ambos sistemas cognitivos. Tanto la memoria episódica (asociada al sistema experiencial) como la semántica son memorias declarativas (de saber qué es) y son formas de conocimiento explícito. Igualmente, las formas de juicio y de cambio de actitudes mediante heurísticos son procesos controlados y, en parte, declarativos.

Evidencia Experimental de los Sistemas de Creencias Experiencial y Racional

El modelo propuesto por Epstein ha recibido apoyo empírico de tres fuentes principales:

El Uso de Heurísticos o Atajos Cognitivos
El pensamiento experiencial se caracteriza por codificar, almacenar y dar prioridad a la información concreta, a las representaciones sensoriales.
En unos estudios se comprobó que el 85% de las personas preferían elegir de un recipiente con 9 u 8 bolas rojas y 91 o 92 blancas antes que de uno con 1 bola roja y 9 blancas (aunque la probabilidad de sacar una bola roja es mayor en este último caso). Muchas personas interrogadas decían “saber” que la probabilidad era mayor en el último caso, pero, que “sentían” que tenían más posibilidades de ganar cuando el número absoluto de bolas rojas era mayor.
En una línea parecida, lis estudios sobre el impacto del tipo de información también han confirmado que las personas se dejan influir más por ejemplos y narrativas de casos, es decir, por datos concretos y narrados como historias ejemplares, que por datos estadísticos más abstractos.

Visiones del Yo y del Mundo
Cuando a las personas se las pone en una disposición de pasar a la acción, muestran un nivel mucho mayor de ilusión de control, de optimismo ilusorio y de sesgos de positividad. En cambio, cuando se les instala en un estado de pensamiento deliberativo, de análisis y evaluación de los planes de acción, muestran un nivel mucho menor de ilusiones y un pensamiento más realista.

Reacciones ante la Afirmación o la Negación de las Creencias Culturales
El estilo experiencial se asocia al refuerzo de las creencias culturales cuando a las personas se le ha activado con anterioridad la amenaza de la mortalidad y esta amenaza está presente de forma preconsciente. Diversos estudios han confirmado que, cuando se hace saliente la mortalidad, las respuestas discriminatorias contra las personas que ponen en entredicho los valores culturales, no suelen presentarse cuando se induce un modo de pensamiento analítico, sino sólo cuando se induce un procesamiento experiencial.
En el procedimiento habitualmente utilizado, estas respuestas de refuerzo de las creencias culturales se producen después de un rato que las personas hayan pensado sobre su mortalidad, sin experimentar ansiedad consciente y sin tener consciencia de que la cuestión de la mortalidad ha influido en sus respuestas. Se consideran que son reacciones automáticas y no conscientes. En conjunto, los efectos sobre las creencias culturales sólo se dan cuando las personas están instaladas en el sistema experiencial.

El Impacto de los Hechos Traumáticos

Todas las creencias anteriores se alteran y quedan en suspenso cuando tienen lugar hechos traumáticos como la violencia colectiva, cuya influencia se extiende hasta 25 años después de acontecer el suceso negativo.
La comparación entre víctimas de la violencia política y personas que no han vivido estos hechos traumáticos muestra que las víctimas tienen una visión menos benevolente y confían menos en los demás, tienen una imagen de sí menos positiva y creen menos que el mundo tiene sentido. También tienen una visión más negativa sobre sí mismos, el mundo social y los otros. Las personas que han sido víctimas de catástrofes naturales tienden a creer menos que el mundo tiene sentido y lo perciben como menos benevolente.

Una investigación sobre las creencias generales en la Comunidad A. Vasca.
Las conclusiones que se desprenden del estudio sobre los supuestos básicos de Janoff Bulman son:
  • Las personas que han sido víctimas de hechos traumáticos (violación) tienen una visión más negativa sobre la dignidad de sí mismos.
  • Las personas víctimas de catástrofes naturales tienden a creer menos en el sentido del mundo, el control, el azar y la justicia.
  • Las personas víctimas de hechos provocados por seres humanos perciben el mundo social de manera más negativa y como menos benevolente.
Los Episodios Emocionales cotidianos

Junto a los hechos traumáticos extremos, los episodios emocionales cotidianos también son capaces de provocar efectos en las creencias básicas. Los negativos pueden tener estos efectos:
  • Hacen que predomine una visión menos optimista del mundo en general.
  • Llevan a creer que el mundo carece de sentido, que es injusto e incontrolable.
  • Hacen decrecer la creencia en la bondad y benevolencia de las personas.
  • Inducen sentimientos de aislamiento, de exclusión social y de soledad.
  • Disminuyen la creencia en la dignidad o respeto del yo.
  • Hacen que la persona se sienta incapaz y sin esperanza y que pierda la motivación.
Con los hechos emocionales positivos ocurre lo contrario y su influencia es más estable.

La Reconstrucción de las Creencias Básicas y la Integración en Ellas de los Hechos Traumáticos.

Las personas intentan comprender el hecho traumático y se esfuerzan por alcanzar la comprensión o el significado explicativo del hecho traumático para integrarlo en las creencias sobre la justicia, el control, la ausencia de azar y el sentido del mundo. Las personas también buscan responder al “qué es, cómo y por qué ocurrió”. Al plantearse estas preguntas, expresan la necesidad que sienten de reconstruir el sentido y carácter benevolente del mundo en general. Los estudios han llegado a unas conclusiones finales:
  • No todas las personas logran encontrar un sentido a lo ocurrido. La búsqueda prolongada de sentido predecía peor adaptación al duelo.
  • Las personas que no encuentran sentido explicativo en el primer momento siguen, en general, sin encontrárselo a medio y largo plazo.
  • Sólo si se encuentra sentido explicativo a corto plazo se va a conseguir un mejor ajuste emocional.
  • Las personas que dan sentido explicativo a medio y largo plazo, le dan al mundo un sentido menos justo, menos ordenado y menos benevolente.
  • La atribución de sentido explicativo se asocia a la fortaleza de las creencias religiosas, mientras que estas últimas no se vinculan a las creencias de significado positivo de lo ocurrido, ni la atribución de sentido explicativo se asocia a las creencias de significado positivo de crecimiento post-traumáticos.
También se constata la existencia de un proceso destinado a encontrar los aspectos positivos o beneficios de la experiencia ante el hecho traumático. Se trata de lecciones sobre sí mismo, por medio del descubrimiento de un crecimiento o de una mejora personal, de encontrar fuerza interior y nuevas habilidades. También de lecciones sobre las relaciones con los otros, a través de la reevaluación del apoyo social y de la cercanía a los otros, y de lecciones sobre la vida, por medio de una reevaluación de la importancia de vivir el momento, con una modificación de las propiedades hacia las relaciones y una desdramatización de los conflictos e insatisfacciones, así como el desarrollo de aspectos ideológicos o filosóficos. Las conclusiones de los estudios sobre la reconstrucción positiva de la experiencia positiva traumática son:
  • Es más fácil para las personas encontrar aspectos positivos de la respuesta al trauma que atribuirle un sentido explicativo a lo ocurrido.
  • La atribución de sentido no es anterior temporalmente al significado positivo ni se asocia a él.
  • En 14 de 20 estudios, encontrar aspectos positivos o de crecimiento personal, de relaciones con los otros y de cambios de la visión del mundo se asocia a un mejor ajuste emocional.
  • Ni el contenido ni la cantidad de beneficios positivos juegan un papel en la mejora emocional: da lo mismo encontrar uno o varios beneficios, o que estos se refieran al yo o a la visión del mundo.
  • Las personas con más optimismo disposicional, probablemente más equilibradas emocionalmente o de bajo neuroticismo y extravertidas, son las que infieren más beneficios o encuentran más aspectos positivos de las respuesta al trauma.
Formas de Reconstrucción y Adaptación de las Creencias Básicas

Los hechos negativos pueden llegar a afectar a las creencias básicas a través de un proceso de fortalecimiento mediante el sufrimiento, aunque en este caso sólo refuerzan las creencias positivas sobre el yo y el mundo. Esto ocurre en un 20% de los hechos estresantes. Son cambios de creencias que se asocian a aquellas reacciones personales y del entorno susceptibles de connotación positiva, como el apoyo y el dominio de sí.
En ocasiones los cambios negativos producen transformaciones en las creencias básicas en la dirección de hacerlas más flexibles y realistas, preparando a la persona para futuros hechos negativos. Las personas tienen una visión menos optimista pero más sabia, ya que aceptan que cosas negativas les pueden ocurrir.
Otro tipo de cambio implica una reelaboración de las creencias básicas en un sentido más positivo, y afecta a la mayoría de las personas. En la mayoría de los casos las personas logran reconstruir una visión positiva del mundo, de los otros y del yo: “Algunas personas son buenas, el mundo tiene aspectos positivos, yo tengo ciertas capacidades, aunque me pueden ocurrir cosas negativas”.

Condiciones que facilitan el crecimiento postraumático

Los cambios positivos en las creencias se asocian en general:
  • A una alta activación afectiva provocada por el hecho (un cierto grado de emocionalidad negativa es necesario para propulsar un proceso de desarrollo).
  • A un afrontamiento adaptativo.
  • A un mayor apoyo social.
Los hechos traumáticos colectivos que afectan y movilizan a la colectividad tienden a reforzar respuestas de crecimiento post-traumático. Las comunidades pequeñas o más cohesivas tienden a facilitar respuestas de crecimiento, al igual que los traumas o desastres de carácter menos maligno, como catástrofes naturales. Respuestas institucionales y formas adecuadas de apoyo después del trauma también facilitan el crecimiento post-traumático. Lo mismo sucede con hechos traumáticos de carácter no demasiado extremo.
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